En un contexto donde el estrés, el insomnio y la ansiedad forman parte del día a día, una planta milenaria vuelve a ganar protagonismo: la salvia. Conocida por sus propiedades curativas desde tiempos de la antigua Roma, esta hierba está siendo estudiada actualmente por su potencial para aliviar síntomas del Alzheimer y mejorar el bienestar general.
De hojas aromáticas y flores violáceas, la Salvia officinalis no solo es un clásico en la cocina mediterránea, sino también una aliada en la medicina natural. Su nombre proviene del latín salvare, que significa “curar”, y refleja el valor que distintas culturas le han otorgado durante siglos.

Pero no es solo una cuestión de tradición: según la doctora Elisa Barea, fitoterapeuta y docente en la Universidad de Valencia, “esta planta tiene efectos ansiolíticos leves y puede inducir un estado de relajación que facilita el sueño”. En otras palabras, puede ayudarte a descansar mejor sin necesidad de recurrir a fármacos.
Salvia, la planta sagrada que vuelve a estar en boca de todos
Considerada sagrada por los druidas celtas, la salvia no solo calma la mente. También funciona como un potente analgésico natural y ayuda a desinflamar. “Lo interesante de la salvia es que no actúa solo en un sistema del cuerpo, sino que tiene beneficios multisistémicos”, afirma Barea.

Entre sus compuestos activos destacan el cineol, los flavonoides y el ácido rosmarínico, conocidos por su acción antioxidante y antibacteriana. Estas sustancias no solo mejoran la salud bucal o alivian dolores musculares, sino que también actúan en el sistema nervioso, haciendo que la salvia sea cada vez más tenida en cuenta como tratamiento complementario para enfermedades neurodegenerativas.
En muchos países ya se comercializa en cápsulas, aceites, cremas o infusiones. Siempre con la recomendación de consultar a un especialista para su uso responsable.

Aunque no es una cura definitiva para el Alzheimer, su capacidad para reducir síntomas leves, mejorar el ánimo y la calidad del sueño la convierte en una herramienta cada vez más valorada por médicos y pacientes. Y en una época donde el descanso y la salud mental escasean, vale la pena prestarle atención.