Un amplio frente de fuego mantuvo en vilo el fin de semana a decenas de dotaciones de bomberos voluntarios, que trabajan intensamente para contener un incendio forestal de gran magnitud a pocos kilómetros del ingreso al Parque Nacional Quebrada del Condorito. Y por las condiciones climáticas de la semana, el riesgo es extremo.
La información más reciente detalla la situación en tres áreas críticas: Quebrada del Condorito, Villa Giardino y San Francisco del Chañar.
- Quebrada del Condorito (activo): el foco continúa fuera de control específicamente en el sector sur del Parque Nacional. La complejidad de la topografía en la zona impide el acceso por vía terrestre, por lo que el personal debe ser helitransportado hacia el área de trabajo. Actualmente, 159 efectivos se encuentran trabajando en este operativo.
- Villa Giardino (contenido): el incendio pudo ser contenido, lo que significa que no hay actividad de fuego sobre el perímetro. No obstante, la atención sigue siendo máxima debido a la persistencia de numerosos puntos calientes. Los 164 efectivos asignados a este sector concentran sus recursos en esas áreas para garantizar la extinción total de las llamas.
- San Francisco del Chañar (guardia de cenizas): el área se mantiene en alerta. Aquí, la labor se enfoca en la realización de patrullajes preventivos para evitar posibles reinicios del fuego, contando con la operación de ocho efectivos en el lugar.
Desde las primeras horas de la tarde del sábado, los equipos desplegaron autobombas y camiones cisterna para enfriar la banquina y frenar el avance del fuego sobre la ruta y que cruce para para el otro lado.
A pesar de que las ráfagas disminuyeron su intensidad —pasaron de 75 a 48 kilómetros por hora—, continuaron dificultando la tarea de los brigadistas, que enfrentaron llamas de más de cinco metros de altura.


INTENSO TRABAJO DE LOS BOMBEROS
Con un trabajo conjunto, los bomberos lograron contener parcialmente el frente más próximo a la ruta, aunque el foco principal permanece activo y fuera de control en la zona serrana.
Más de 200 efectivos trabajaron durante toda la jornada, con herramientas manuales y equipos de agua, en un terreno de difícil acceso y bajo condiciones meteorológicas extremas. Los medios aéreos —seis aviones hidrantes— no pudieron operar por las ráfagas y los remolinos de humo que impedían la visibilidad.
“El viento venía con 75 kilómetros por hora, bajó pero sigue siendo una fuerza que no nos permite controlar los focos”, indicó el vocero de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Roberto Schreiner.
El funcionario confirmó que el incendio, originado el día anterior por el fuego de un vehículo en la quebrada, ya había consumido más de 2.000 hectáreas y afectado áreas del Parque Nacional Quebrada del Condorito.
El fuego que también había alcanzado una playa de estacionamiento situada a un kilómetro y medio del ingreso al parque, donde había unos 60 vehículos. Catorce de ellos fueron completamente destruidos por las llamas. Schreiner precisó que la baja humedad y el calor extremo contribuyeron a la propagación del fuego en cuestión de minutos.
LAS CONDICIONES MEJORARON POR LA NOCHE
En las últimas horas del sábado, columnas de humo más densas y oscuras indicaron que el fuego habría alcanzado una zona boscosa, donde el avance resultó más difícil de frenar. A pesar del esfuerzo de los equipos, el incendio forestal continua activo y avanzó sobre nuevas áreas de vegetación seca.
En toda la región se mantuvo la alerta por la posibilidad de reinicios debido al viento y a las altas temperaturas acumuladas en el suelo. La situación seguía siendo crítica, pero ya por la noche el cambio de las condiciones meteorológicas permitía un trabajo más sostenido y seguro durante la madrugada.
Las tareas de control continuaban bajo coordinación provincial, con apoyo de municipios del valle, el área de Riesgo Climático y contacto permanente con peronal Nacional.