En medio de un contexto inflacionario alto, los médicos residentes de la salud privada de Córdoba atraviesan una situación complicada. A raíz de la difusión de un reclamo de facultativos en formación de especialidad del Sanatorio de la Cañada, se dio a conocer que tienen un sueldo de 280.000 pesos, número que roza la línea de indigencia, que está en 240.679 pesos.
Además, resaltaron que la mitad del suelo lo cobran a través del Programa Nacional de Fortalecimiento de los Equipos de Salud para la Calidad y la Seguridad (Fescas) que “quedó desde el Covid-19″. Esto quiere decir que la empresa solo abona cerca de 140.000 pesos. Como respuesta a los reclamos, recibieron amenazas de despido por parte del establecimiento.
EL RECLAMO DE MÉDICOS RESIDENTES DEL SANATORIO DE LA CAÑADA DE CÓRDOBA
“No hace falta recordarles las horas que trabaja un residente y en negro”, recalca el mensaje difundido en X (exTwitter). “Pedimos aumento y nos quieren aumentar 40.000 pesos (un 14 por ciento) con la condición de agregar más horas de trabajo”, continúa. Explica que el último incremento salarial fue en noviembre y que en caso de subirles el 14 por ciento, deberían trabajar dos guardias más de 24 horas.
“Encima nos amenazan que si no nos gusta, nos vayamos”, cierra. A su vez, se conoció el correo electrónico que uno de los dueños del sanatorio envió a los empleados, en el cual los amenaza con desvincularlos.
LAS AMENAZAS QUE RECIBIERON LOS RESIDENTES POR PARTE DEL SANATORIO PRIVADO
En un punteo, la institución médica “aclara” las condiciones de trabajo. La primera amenaza sostiene que quien realice paro este jueves, se le rescindirá el contrato. “Médico residente que no esté de acuerdo con las condiciones de la institución, se aceptará la renuncia en el acto”, sigue.
“El sanatorio, como el resto de las instituciones del país, está atravesando una profunda crisis económica y social, por lo cual solo contempla dentro de su institución todos aquellos que estén dispuestos a desempeñarse y trabajar en el sentido de superar la crisis”, cierra el Sanatorio de la Cañada.
Ante estas intimidaciones, los médicos residentes se encuentran evaluando las próximas medidas a tomar.
