A pocos días de cumplirse un mes del asesinato de Gabriela Pérez en un acto sindical, sus familiares y allegados volvieron a reclamar justicia este viernes. En tanto que se comprobó que la bala del crimen fue disparada por un sicario.
Un asesino a sueldo que encarnó un ataque a balazos hacia dentro del salón de actos del club Yapeyú, donde se realizaba un almuerzo y un acto del gremio de los trabajadores de la limpieza (Soelsac). Se especula que la ráfaga de 10 disparos tenía por blanco a Sergio Fittipaldi, secretario gremial, ubicado a metros de la víctima.
Ahora, la fiscal Silvana Fernández, que tiene en sus manos la causa, pudo comprobar, técnicamente, que esa munición es calibre 9 milímetros y se corresponde con la serie de casquillos juntados en la escena del crimen, publicó La Voz.
Pertenecerían todas al arma del sicario. Se trata de la bala que el equipo de peritos extrajo del cuerpo de Gabriela. Mientras la Justicia busca al autor material del crimen, también investiga si detrás del asesinato existe una disputa interna de poder entre dos fuerzas que se disputan la conducción del Soelsac.
UN SICARIO PRÓFUGO Y LAS SOSPECHAS EN TORNO A FRANCO SAILLÉN
Las sospechas giran en torno al referente del gremio de los recolectores de basura, Franco Saillén. Fuentes allegadas a la investigación confirmaron que el presunto autor material de los disparos está identificado. Lo que allanaría el camino para encontrar al autor intelectual del ataque.
El sicario es buscado intensamente. Se cree que estaría fuera de Córdoba. Hay algunas coordenadas trazadas que podrían orientar la investigación hacia la zona cordillerana, más precisamente en la región de Cuyo.
En los pasillos de Tribunales se habla de una posible detención que podría suceder la semana próxima, cuando el crimen cumpla un mes del crimen de Gabriela. Además, la familia tuvo que soportar amenazas realizadas desde números de teléfono desconocidos. Estos actos también son investigados por la Justicia.
