En esta última fecha de la Copa Liga antes del receso por la doble fecha Fifa antes del inicio de Copa América, los tres equipos cordobeses sólo consiguieron un punto de los seis en juego: Talleres, con su empate frente a Banfield, que no le permitió seguir en la punta de la Zona A; Instituto y su segunda derrota consectutiva de visitante y Belgrano, con otra caída en Alberdi que enciende alarmas.
Un punto de quiebre. O punto y aparte. Porque en la reanudación del torneo se vienen tres fechas en las que Talleres debe decidirse a ser candidato al título; Instituto recuperar terreno para meterse en cuartos de final y Belgrano, cuyos objetivos de principio de año cambiaron drásticamente, debe despojarse rápido de cualquier miedo al descenso.
BELGRANO EN SU LABERINTO
Se fue Guillermo Farré, a quien su carrera de futbolista y de técnico le deparan al menos una estatua en Alberdi, y sin embargo un par de meses de malos resultados lo dejaron en la calle. Se lo fagocitaron. En un fútbol tan resultadista en el que en cada fecha cuestionan a Martín Demichelis, quien ganó tres de los seis torneos que disputó y está puntero invicto en la Copa de la Liga, se puede entender que un ídolo como Farré no haya podido mantenerse en pie en el cargo.
Con el Beto Fernández al frente y como interino, avalado por su excelente desempeño en la Reserva; Belgrano volvió a ser poco convincente, le volvieron a convertir como en todo el torneo (su peor racha en AFA) y perdió otra vez. Está penúltimo en la Zona B (en la próxima va contra el último, Tigre), y cuarto de abajo para arriba en la tabla anual, que determina uno de los descensos.
Perdió contra el práctico Lanús de Ricardo Zielinski (ovación Gigante para el Ruso), en su pero comienzo de torneo desde hace casi tres décadas. El peor fue en 1995, con cinco puntos (estadísticas Gastón Trucco @gastontr16 en X). Y le toca debutar en Sudamericana, todavía sin DT confirmado y nada menos que contra el Inter de Porto Alegre.
TALLERES ESTÁ AHÍ
En esta Copa de la Liga tan vertiginosa, de estar primero se pasa a quedar cuarto y al borde de los que entran a cuartos. Es lo que le ocurrió a Talleres, por su empate contra Banfield en cero. De los pocos partidos en lo que el equipo de Ribonetto no anotó goles (ahora River es el más efectivo con 21, un gol más).
La T venía de racha, con tres triunfos en fila incluida la clasificación con un abultado 3-0 sobre Agropecuario (el resultado no se condice con lo visto en cancha). Empatar contra Banfield no está mal, pero para ser firme aspirante al título había que dar un golpe en la mesa, y Talleres viene amagando con hacerlo. En la reanudación del torneo recibirá a Vélez, uno de los punteros, y en estás tres fechas deberá pisar acelerador a fondo. Con Libertadores en medio, y un estreno de Primera: San Pablo en el Kempes.
INSTITUTO, BARAJAR Y DAR NUEVO
La pelota que le sacaron al Chino Romero... Era el empate para Instituto contra Vélez, era el primero para el delantero en su promocionado retorno a Alta Córdoba, y fue la atajada del año. La de Tomás Marchiori. Y la Gloria se volvió con las manos vacías de dos como visitante, después de once fechas invicto fuera de Córdoba.
Recalculando, el equipo de Diego Dabove debe reencauzarse. La campaña sigue siendo buena, pero de estar primero cayó al séptimo puesto. Y se había endulzado. Tiene el fixture más complejo, contra dos punteros (Argentinos y River) y un Barracas que ya no es un equipo “chiqui”, es el equipo de Tapia. Además, también de copas: el 3 de abril contra Talleres de Remedios de Escalada, por Copa Argentina.
