Belgrano e Instituto tenían que golear para ganar

Obtuvieron sus primeras victorias en 2019 y a fuerza de goles volvieron a creer en sus objetivos.

Un desahogo en Alta Córdoba. La Gloria se acordó de lo que era festejar. En Alberdi pasó lo mismo.
Un desahogo en Alta Córdoba. La Gloria se acordó de lo que era festejar. En Alberdi pasó lo mismo.

Las victorias se volvían impostergables. Para Belgrano, porque su lucha por el promedio es agobiante y enfrentaba a un rival directo.

Y para Instituto, porque la campaña es la más deslucida en años, y está lejos de los objetivos de ascenso.

Para ambos era vital ganar, en un 2019 en el que todavía no habían ganado. Y lo hicieron, goleando e ilusionando.

Belgrano anotó tres en una noche ante Patronato, cuando había convertido sólo uno en seis fechas. Y con apenas dos triunfos en la Superliga.

Instituto se destapó contra Olimpo con un 4-0 en el que le salieron todas, porque en otras jornadas jugó mejor que su rival y perdió. Y daba la sensación de que uno o dos goles, y a veces hasta tres, no alcanzaban para un triunfo.

Al Pirata la victoria le valió ponerse a la par de dos rivales directos en la tensa pulseada por la permanencia. Y hacerlo por varios tantos le da otra tónica al equipo de Diego Osella que mantiene su aspecto positivo: no recibe goles. Apenas uno, con un interesante y oportuno invicto de César Rigamonti.

Porque desde que asumió Osella al Pirata le dieron vuelta varios partidos, y se veía que necesitaba más de un gol para atesorar los tres puntos. Corrigió esa debilidad atrás y afinó la puntería.

La Gloria también recalibró su arma más letal. Un Pablo Vegetti que materializó su primer hat trick para irse a su casa con pelota y todo. Con el artillero de la B Nacional otra vez en modo depredador, el equipo de Diego Cagna se anima a más.

Fue un desahogo para los dos. La primera victoria del año se hizo esperar para Belgrano e Instituto. Y al fin llegaron, a puro gol.