La banda ancha en la Argentina cumple 20 años: su historia

En sus principios, el acceso a Internet con esta tecnología crecía de la mano de las universidades. En 2017 se alcanzaron los 7,21 millones de accesos.

La banda ancha en la Argentina cumple 20 años: su historia
20 años de banda ancha\u002E

La banda ancha en la Argentina cumple 20 años. Desde 1997 hasta ahora, dos tecnologías fueron predominantes en el mercado local: el cablemódem y el ADSL. En los inicios surgieron también algunas propuestas inalámbricas pero no prosperaron.

El avance de este tipo de conexiones se produjo de manera paulatina. En sus principios, el acceso a Internet con esta tecnología crecía de la mano de las universidades. A nivel residencial la posibilidad de conectarse a internet desde el hogar dependía no sólo de las zonas en que se iban habilitando los nuevos servicios sino también del nivel socioeconómico al que se apuntaba.

Al principio, fueron los segmentos de ingresos más altos los que contrataban los servicios de internet de alta velocidad. A finales de los 90´ la Argentina entró en una recesión profunda que terminó de estallar con la crisis de 2001.

Hasta ese entonces, aunque la cantidad de usuarios de internet crecía sostenidamente, lo hacía de la mano de accesos dial up, pagos o gratuitos.

Fue recién a partir de 2003, y producto de la recuperación económica, que la banda ancha comenzó a avanzar de manera sostenida como modalidad preferida de acceso por parte de los usuarios. En ese año la cantidad de abonados a Internet de banda ancha creció un 35% al pasar de algo más de 150.000 en 2002 a más de 203.000 hacia finales del año en cuestión, según datos de Carrier y Asociados.

Sin embargo, la brecha entre la penetración de las distintas tecnologías de acceso era, en ese entonces, muy alta: mientras el 83% de los hogares lo hacía vía dial up, sólo el 17% lo hacía mediante una conexión de alta velocidad, según el Ibope Net Facts, de Ibope Media.

Pero desde ese momento, el dial up comenzó a retroceder en favor de la banda ancha. Y así fue hasta que en la primera mitad de 2005 ambos tipos de tecnología se repartieron el mercado en partes iguales, con una curva en constante ascenso de parte de la alta velocidad contra un declive inexorable de las alternativas 0610.

A finales de ese año, la banda ancha alcanzó a más de la mitad del total de accesos a internet.

Esa tendencia jamás volvería atrás, hasta que en 2013 el 100% del mercado de conectividad en la Argentina correspondía a la tecnología de banda ancha en sus diversas modalidades.

En ese año ya se registraban más de 6,2 millones de cuentas de banda ancha, de acuerdo a datos del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom).

La curva continuó mostrando comportamiento ascendente. Según IDC (International Data Corporation) el año 2016 finalizó con más de 7,16 millones de conexiones de banda ancha, y en el segundo trimestre de 2017, alcanzaron los 7,21 millones de accesos.

Tipos de conexión a banda ancha

​DSL. Son las siglas en inglés de Digital Subscriber Line y esta tecnología necesita de una línea telefónica para funcionar. Lo hace a través de una doble vía de cobre del cable telefónico conectado a un router. La ventaja es que los usuarios pueden usar la línea mientras están conectados a Internet.

xDSL. El ADSL está dejando paso al VDSL que permite velocidades mucho mayores acercando gabinetes de fibra óptica a grupos de hogares, permitiendo llegar hasta más de 50 Mbps en algunos casos, e incluso tecnologías muy cercanas a la migración a Fibra óptica al hogar, como el g.fast, que permiten velocidades aún mayores sobre par de cobre.

Redes de cable coaxial o HFC. Si bien son redes que requieren mucho mantenimiento, hoy son el tipo de red existente (instalada) de mayor performance. Es posible actualizarla para llevarla hasta velocidades de más de 1000 Mbps o 1 Gbps con una inversión razonable.

Inalámbrica. La tecnología inalámbrica para conectarse a banda ancha es la celular, conocida como 4G. Permite que dispositivos móviles o computadoras dotadas de un "dongle" obtengan entre 10 y 15 Mbps de manera inalámbrica en las zonas en donde operan estas redes con suficiente capacidad.

Las redes WiFi están pensadas principalmente para operar en ambientes cerrados residenciales para llevar la banda ancha desde el dispositivo de cliente al equipo de usuario y solo en algunos casos como complemento en ambientes abiertos o en lugares públicos cerrados.

Satelital. El satélite permite una comunicación inalámbrica en zonas rurales o alejadas de los centros urbanos que todavía no disponen de conexiones de banda ancha.

Fibra óptica. La fibra óptica directa al hogar o FTTH es una muy buena manera de llegar con banda ancha, utilizando tecnologías llamadas GPON o EPON. Son redes muy confiables y de mucha capacidad, aunque aún están en etapa de desarrollo y no tienen tantos clientes como otros tipos de tecnología prometen ser una de las tecnologías de la banda ancha del futuro.