El gobierno de Ecuador, encabezado por Lenín Moreno, anunció este domingo un acuerdo con los indígenas que revoca la eliminación de subsidios al combustible que había sido pactada con el FMI y que fue el detonante de las manifestaciones.
Después de más de cuatro horas de negociación con la mediación de la ONU y la Iglesia católica, las dos partes asumieron un compromiso que atiende la exigencia del movimiento indígena: la derogatoria del decreto 883, que había liberado el precio del diésel y la gasolina, encareciéndolos hasta en 123%.
El líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, Jaime Vargas, anunció de inmediato el levantamiento de las protestas. A pesar de que continúa el toque de queda a raíz de los disturbios del sábado, cientos de personas que se habían manifestado durante la semana salieron a las calles de Quito para festejar.
El mandatario, que reconoció el "sacrificio de cada una de las partes", se reifiró luego en Twitter a las nuevas medidas económicas tras la derogación: "El gobierno sustituirá el decreto 883 por uno nuevo que contenga mecanismos para focalizar los recursos en quienes más los necesitan".
Los indígenas representan el 25% de los 17,3 millones de ecuatorianos. Con la liberación de los precios de los combustibles, debían pagar más para transportar sus productos desde el campo al tiempo que temían una inflación generalizada. Las manifestaciones que lideraron dejaron siete muertos, 1.340 heridos y 1.152 detenidos, según la Defensoría del Pueblo.