Este sábado a las 16 horas se llevará a cabo la final de la Champions League 2020-2021 entre el Manchester City y el Chelsea, dos equipos ingleses y considerados “nuevos ricos” en el fútbol europeo.
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El enfrentamiento pondrá en juego dos estilos distintos muy marcados: la solidez y seriedad del DT del Chelsea Thomas Tuchel, y el seductor juego colectivo de Josep Guardiola en el City.
El partido será disputado en Oporto, y ya desde el viernes los “hooligans”, hinchas de los equipos británicos, comenzaron a dejar su marca en la ciudad portuguesa. A su vez, en las horas previas al ingreso al estadio del Dragón, 80 vuelos chárter llegaron desde Inglaterra e incesantes colas de micros con fanáticos se produjeron con destino a las dos “fan zones”.
Esas zonas para fans ubicadas en el centro de la ciudad, tienen capacidad para 6.000 personas y no se permite el consumo de alcohol. Además, para poder ingresar se debe tener un test PCR o de antígenos con resultado negativo.
“Tener una fan zone para nosotros, cuando vivimos una pandemia, parece irreal. Es la mejor forma de esperar antes del partido”, dijo a la AFP un aficionado del Manchester City.
Pese a que las dos terceras partes del estadio quedarán vacías por restricciones contra la pandemia por covid-19, 16.500 espectadores podrán ingresar, 10.000 de ellos serán hinchas británicos.
Desde que los emiratíes compraron el City en 2008, aún no se han podido llevar el trofeo de la Liga de Campeones. De ganar hoy, se convertirían en el equipo número 23 en coronarse victoriosos en el torneo más importante del fútbol europeo.
Los “Sky Blues”, que ya han ganado la Premier League y la Copa de la Liga inglesa esta temporada, podrían volver a poner en primer plano a Guardiola, su entrenador desde 2016.
“Estoy convencido de que vamos a tener que sufrir para ganar la final”, estimó Guardiola el viernes. ”El sábado será un partido con dinámicas. No habrá un equipo que tenga el dominio total durante noventa minutos”, señaló.
El City ha tenido dos derrotas recientes contra el Chelsea, una en la Copa de Inglaterra y otra en la Premier League, algo que alimenta la confianza de los londinenses. ”Les hemos vencido siendo valientes, sufriendo juntos, con mucha calidad y convicción”, recordó Tuchel el viernes. Pidió por lo tanto esos ingredientes para salir victoriosos el sábado en Oporto.
El Chelsea, propiedad desde 2003 del empresario ruso Roman Abramovich, tiene algo menos de presión que el City ya que sí sabe lo que es levantar la ‘Orejona’, que conquistó en 2012. Llega a la final con la etiqueta de ‘outsider’. Fue cuarto en la recién terminada Premier League y este mes perdió ante el Leicester en la final de la Copa de Inglaterra.
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En 2012, el italiano Roberto Di Matteo hizo campeón de Europa al Chelsea tras llegar a mitad de temporada al banquillo y Tuchel, que aterrizó en el Chelsea en enero en reemplazo de Frank Lampard, intentará repetir esa experiencia.
El año pasado, Tuchel también estuvo en la final de la Champions, pero cayó entonces ante el París Saint-Germain por 1-0 ante el Bayern de Múnich.
Ahora puede terminar el curso futbolístico a lo grande en este duelo entre dos de los equipos que en abril formaban parte del proyecto de la Superliga europea pero que pronto dieron marcha atrás y mostraron arrepentimiento.
Tras ese intento de crear la Superliga, han surgido nuevas ideas. En este sentido, el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, se mostró favorable a una Final Four en Liga de Campeones, hablando de 2024 como posibilidad más cercana, este sábado en una entrevista al diario L’Equipe.
”A mí, personalmente, me gustaría que eso se hiciese. Eso podría ser formidable. Y eficaz en términos de ingresos si se hace bien”, afirmó el dirigente al periódico francés.
