Dos amenazas inusuales reactivaron el temor en las estaciones de servicio de Rosario

Un motociclista reprodujo un mensaje grabado a través de un parlante y en la zona sudeste colgaron una bandera.

Un playero de la YPF de Ovidio Lagos al 4900 llamó a la policía por el episodio.
Un playero de la YPF de Ovidio Lagos al 4900 llamó a la policía por el episodio. Foto: Gero Acuña

Hace una semana se retomó la atención nocturna en estaciones de servicio de Rosario y el funcionamiento se mantuvo sin alteraciones hasta este martes a la noche. En las últimas horas del paro de colectivos se registraron dos amenazas con métodos infrecuentes en diferentes playas de la ciudad.

El episodio más llamativo ocurrió en la YPF ubicada frente a la Jefatura de Policía de la Unidad Regional II de Santa Fe. A pesar de la ubicación, no se reportaron personas detenidas por este caso ni por el que tuvo lugar cerca del cruce de avenida Circunvalación y Ayacucho.

Un parlante Bluetooth para amenazar a un playero en Rosario

La investigación sobre las amenazas en Ovidio Lagos al 4900 comenzó pasadas las 22 de este martes, cuando los playeros estaban iniciando el turno nocturno. En ese momento, un motociclista se acercó con un teléfono celular y sacó un parlante Bluetooth, algo inédito en la serie de balaceras y amenazas en estaciones de servicio de los últimos años.

Mediante el dispositivo electrónico, el delincuente reprodujo un mensaje intimidatorio y huyó sin ser identificado. De acuerdo a la denuncia, nadie resultó herido ni se produjeron daños materiales.

La secuencia frente a la Jefatura de Policía de Rosario fue tan breve como la del crimen del playero Bruno Bussanich, pero el objetivo no era agredir a los empleados. Algo similar ocurrió cerca del puente Molino Blanco, aunque el método fue diferente.

En este último caso, los trabajadores de la estación de Ayacucho y Circunvalación encontraron una especie de bandera dirigida a una banda narco de la ciudad. Las amenazas no eran para los playeros sino para la organización e incluían un pedido de dejar de matar personas inocentes.

Las denuncias surgieron dos semanas después del crimen de Bruno Bussanich en Mendoza y Ricardo Rojas. El joven de 25 años fue ejecutado a balazos la noche del sábado 9 de marzo. El asesino dejó una nota con amenazas al gobernador Maximiliano Pullaro y el ministro de Justicia y Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni.

El homicidio fue parte de una serie de asesinatos que incluyó las muertes de dos taxistas y un colectivero por ataques mafiosos perpetrados en cinco días. La Provincia estableció una recompensa de $ 10.000.000 para esclarecer los casos, pero hasta ahora no hay presuntos autores identificados ni imputados.