La actriz estadounidense Naya Rivera, de origen puertorriqueño y una de las caras más reconocidas de la serie de televisión "Glee", lleva desaparecida desde la tarde del miércoles tras caer al agua en el Lago Piru cercano a Los Ángeles, según indicaron las autoridades.
En conferencia de prensa, el sheriff de Ventura, Eric Buschow, declaró que no hay indicios de algún crimen y que por ahora se presume que Rivera se "habría ahogado".
Rivera es muy conocida por su papel como Santana López en la popular serie musical "Glee" (2009-2015), y también ha figurado en los créditos del show televisivo "Devious Maids" y del filme de terror "At the Devil's Door" (2014).
En las últimas horas, las autoridades indicaron a los medios locales que no hay esperanzas de encontrar con vida a la actriz. La búsqueda ahora ha pasado de una misión de rescate a una de recuperación del cuerpo. La policía dijo que, por lo general, el cuerpo tarda entre siete y diez días en salir a la superficie.
La policía recibió una llamada de emergencia horas después de que Naya alquilara una embarcación de recreo junto a su hijo en el Lago Piru.
De acuerdo con medios de comunicación locales, los pasajeros de un segundo bote encontraron al hijo de Rivera, de cuatro años, solo y dormido en el barco con un chaleco salvavidas. Al parecer, el menor estaba ileso y comentó a las autoridades que salió a nadar con su madre pero ella nunca regresó.
En la embarcación alquilada se localizó un segundo chaleco salvavidas para adultos sin utilizar, según los primeros reportes. A pesar de utilizar helicópteros, drones y equipos de buceo, los equipos de rescate no han conseguido dar con el paradero de Rivera en el Lago Piru, un reserva de 500 hectáreas, y continuarán con la búsqueda "en cuanto salga el sol".
En junio, Naya Rivera, que interpretó a Santana Lopez en Glee, declaró que trabajar con Lea Michele fue un "verdadero infierno". En su autobiografía Sorry, Not Sorry: Dreams, Mistakes & Growing Up ya narraba que la relación con su compañera se terminó cuando su personaje empezó a cobrar más protagonismo: "Pronto ella comenzó a ignorarme, y con el tiempo llegó a tal punto que no me dirigía la palabra. Lea y yo definitivamente no éramos los mejores amigas".