El peor final: encontraron el cuerpo del nene de 3 años que estaba desaparecido

Durante el mediodía de este viernes se confirmó el peor final. Encontraron el cuerpo sin vida de Brian Galván, el nene de 3 años que era intensamente buscado desde el pasado domingo cuando había sido visto por última vez.

El hallazgo se produjo en el río Salí, altura de Los Bulacio a 21kilómetros del lugar en el que se produjo la desaparición.

Efectivos de la policía lacustre encontraron el cuerpo en el rastrillaje que estaban realizando el día de hoy en la zona. El pequeño era buscado por aire tierra y agua en un intenso operativo en el que se incluyó más de 200 uniformados.

“El cuerpo del niño fue encontrado sobre un banco de arena, que se formó ante la disminución del caudal del río, a 4 kilómetros hacia el norte del puente, en un lugar inaccesible al que solo podía llegar el personal especializado de Policía Lacustre. Cuando vieron  el cuerpo sin vida de un niño, hicieron la técnica de rescate y lo trasladaron a tierra firme, donde personal del Cuerpo Médico Forense realiza el trabajo pericial para luego  determinar  el reconocimiento del niño por parte de los familiares”, explicó el Jefe de la Unidad Regional Este (URE), Carlos Valdez, quien supervisó todo el operativo de búsqueda del niño.

“Al bajar su caudal, el agua va dejando otros lugares a la vista, como islas con arenas  y cañaverales, que no aparecían antes. Como lo hacían todos los días,  los efectivos descendían en esos lugares sospechosos y si no encontraban nada, continuaban. En una de esas ocasiones que se detuvieron hoy encontraron el cuerpo del menor. Luego, con medidas de seguridad y técnicas trasladaron el cuerpo a tierra firme”, detalló Mario Herrera, Jefe de la División Policía Lacustre, quien precisó que  fue hallado en un punto que se encuentra a dos horas de navegación y a unos 21 kilómetros desde el lugar donde cayó el niño.

“El personal recorría unos 40 kilómetros por día en canoas el lecho del río desde Banda del Río Salí  hasta Santa Rosa de Leales. Era un trabajo lento porque se debía bajar por el río con precauciones y  la menor posible velocidad para visualizar bien los puntos sospechosos”, acotó Herrera y resaltó el trabajo del  director y subdirector de Bomberos de la Policía, Segundo Herrera y Miguel Góngora, quienes colaboraron en otra embarcación en el rastrillaje por agua.