Periodistas tucumanas denunciaron que fueron abusadas durante su cobertura de las elecciones en Casa de Gobierno

Fopea y la Asociación de Prensa de Tucumán se hicieron eco y expresaron su repudio a lo sucedido.

Casa de Gobierno de Tucumán (Ente Tucumán Turismo).
Casa de Gobierno de Tucumán (Ente Tucumán Turismo).

Dos periodistas tucumanas denunciaron haber sido víctimas de abuso sexual mientras trabajaban cubriendo las elecciones en Casa de Gobierno. Los hechos sucedieron en las PASO y el domingo durante su trabajo en el marco de las elecciones generales. Desde FOPEA y la Asociación de Prensa de Tucumán se hicieron eco y expresaron su repudio a lo sucedido.

Una de las víctimas fue Carolina Ponce de León, quien trabaja para Radio Universidad. En una entrevista con el portal El Tucumano, relató que el domingo mientras trabajaba fue acorralada por tres personas que la manosearon: “una me metió la mano por adelante, otra por atrás, yo me puse la cartera entre las piernas para frenar esto un poco”.

“A una de estas personas se le enganchó un anillo en un gancho que tiene mi cartera. Me daba tanta vergüenza la situación, quería llegar hasta donde estaban mis compañeras, que se dieron cuenta de que algo me pasó por mi cara y me puse a gritar”, explicó.

Luego de lo sucedido, la trabajadora de prensa realizó la denuncia en la comisaría 1º y en la fiscalía. “Tuve que volver el lunes para describir a las personas. Solamente pude ver a las personas por su ropa. No puedo decir de qué lado o partido son, la verdad es que entraba cualquiera”, agregó.

Tras conocerse el caso, la periodista Mariana Romero, quien se desempeña en Los Primeros y América Tucumán, entre otros medios, a través de su cuenta de Twitter contó que vivió una lamentable experiencia similar mientras trabajaba en el lugar cubriendo las PASO en septiembre.

La noche de las PASO me tocó cubrir todo el discurso del gobernador con la mano de un desconocido tocándome con fuerza el trasero. Fue en la Casa de Gobierno. No dije nada y hoy me arrepiento, si hubiera hecho lo correcto, quizás no le hubiera pasado lo mismo a mi compañera”, escribió en Twitter.

“Esa noche, a la conferencia de prensa en Salón Blanco hicieron entrar a muchas personas que no eran trabajadores de prensa. Fanáticos que estaban ahí solo para aplaudir. Cuando el gobernador empezó a hablar, ellos se mezclaron con la prensa. Yo sentí que alguien me manoseaba de una manera tan fuerte y descarada que pensé que era alguna de mis compañeras intentando acomodarme algo en el bolsillo trasero”, relató.

Al final me liberé una mano y agarré la que me estaba manoseando. Me di vuelta y lo vi, el tipo me miró de frente sin expresión alguna. Lo insulté, pero no creo que me haya escuchado con el discurso atronando por los altavoces. Pasé un rato sin problemas, hasta que el tipo me apoyó. Me alejé como pude”, agregó.

“Me avergüenzo de no haberlo dicho antes. Pero no podemos trabajar así. Estas cosas a nuestros compañeros varones no les pasan. Nadie merece trabajar así, mientras le manosean sus partes íntimas”, cerró.

Repudio de Fopea y la Asociación de Prensa de Tucumán

Desde el Foro de Periodismo Argentino se solidarizaron con Ponce de León, quien realizó la denuncia ante la Justicia, y mediante un comunicado reclamó que el Poder Judicial esclarezca el ataque y pidieron que “el gobierno provincial garantice condiciones de seguridad y comodidad para que los trabajadores de prensa puedan realizar su tarea sin restricciones ni riesgos para su integridad física”.

Por su parte, “La APT demanda al Estado provincial en sus correspondientes poderes y organismos, secretarias, etc., se arbitren los mecanismos y la aplicación inmediata y efectiva de las garantías signadas en las legislaciones vigentes. Ley Micaela, Ley 26.485. No alcanza con la bienintencionada manifestación de solidaridad, cuando se pronuncia desde el Estado, garante de la prevención, responsable de las reincidencias y de la ejecución de políticas seguras”, reza el comunicado de la institución.

Luego agrega que, “nada justifica la orfandad de las y los trabajadores de la comunicación. La APT de solidariza con las trabajadoras agredidas y exige a los poderes públicos el compromiso de una gestión que defienda la libertad y seguridad del trabajo”.