Claudio Morata: político, comerciante y pastor

El militante peronista estuvo en dos oportunidades cerca se ser concejal capitalino. Viene de una familia de vendedores ambulantes.

Claudio Morata.
Claudio Morata. Foto: Primer Plano.

Claudio Morata, es un conocido comerciante, de origen vendedor ambulante, al igual que su padre el conocido empresario Rodolfo “El Mono” Morata. Esta militando en el peronismo de la Capital y en dos oportunidades estuvo a pocos votos de obtener una banca de concejal. Esta en el sector que apoya al gobernador Osvaldo Jaldo. Pero se conoció que es pastor de una iglesia que trabaja en la zona de Villa 9 de Julio.

Estos son algunos tramos del diálogo que mantuvo en el programa Primer Plano.

- Comerciante y político. ¿Ahora también pastor?

- Si desde hace nueve años. Pero hay una cosa es que valoro  y que yo aprendí de mi padre, en cuestión del trabajo: es  aquel que, quizá está marginado o que está acusado, pero darle la oportunidad de que esa persona se pueda reinsertar en la sociedad. Digamos, no verlo como la ovejita que tiene la mancha y no se puede acercar al rebaño, sino darle la oportunidad, porque es una persona como vos, como nosotros de que puede. Tiene virtudes, tiene defectos, pero si le damos la oportunidad lo podemos recuperar.

- ¿Se recupera a través de la palabra?

- Claro que sí a través de la palabra de Dios y en la fe. Le devuelve la identidad a la persona. A través de la palabra las personas vuelven a recuperar su dignidad, su identidad, todo en su vida y esa persona tiene la posibilidad de insertarse de nuevo. Yo conozco personas que tenían destruido su matrimonio y, a través de la palabra  de Dios, han recuperado su matrimonio, sus hijos. Otras personas que estaban perdidas en la droga, en el alcohol, la delincuencia y, a través de la palabra de Dios, tienen su trabajo, su familia.

- ¿Vio algunas personas que cambiaron totalmente? ¿Vio milagros en los últimos tiempos de aquellas personas que han podido salir de la droga?

- Muchas, muchas, muchas. Me encantaría que puedan ir un día y ver y, que ustedes, puedan escuchar esos testimonios. Personas que los veía durmiendo en la calle, personas que estaban 12 años perdidos en la droga, perdido  en el alcohol perdido en la delincuencia. Hoy lo ves presentable, lo ves con un trabajo y recuperó sus ganas de vivir. Por eso es importante la fe, importante la palabra.

- ¿Y las políticas públicas?

- Yo tengo un posgrado en política pública. Es importante ver como los sacamos. Pero cuando me hablaba de iglesia, de pastores vos te vas a la calle San Salvador 150, el frente del Cementerio del Norte, hay un pastor que se llama Alexis y  hay 120 chicos internados. Digamos que también ayuda y hay pastores en otros lugares en la provincia, en Concepción, en Monteros, en Aguilares, acá en la Capital, que ayudan a muchos chicos. Les dan hospedaje.

- ¿Es importante esa contención social?

- Yo creo que si nosotros miramos bien hay mucha gente en diferentes sectores que están ayudando en todo esto y muchos pastores. Hay gente que no son pastores y están ayudando a sacar a la gente adelante.

- ¿Cuál es su visión sobre el desprestigio que tuvieron los pastores en la sociedad?

- Yo creo que es como en todos. Hay buenos comerciantes y hay malos comerciantes. Hay buenos políticos y hay malos políticos. Claro que hay muy buenos pastores, pero muy buenos pastores, pero también hay un poco de personas que quizás dejan mucho que decir.