Dra. Tarchinale: "La primera educación es de Los Padres"

Consultada por Vía Tres Arroyos, la Dra. Isabel Tarchinale se refirió al problema de los adolescentes con el alcohol y a la responsabilidad de los adultos en la educación de los menores.

Dra. Isabel Tarchinale
Dra. Isabel Tarchinale

La Doctora Isabel Tarchinale, Secretaria de Prevención y Salud del Distrito de Tres Arroyos, mantuvo un diálogo con Vía Tres Arroyos , abordando la problemática de los adolescentes y el alcohol y la responsabilidad de los adultos en la educación de los menores.

Tarchinale expresó: "Hay una desvalorización generalizada de la población, no solamente de los jovenes. La sociedad ha perdido muchos valores y sobre todo en estas cuestiones que tienen que ver con el nivel de violencia. Uno de los valores más importantes que se han perdido es la educación a los hijos"

"Hay un grado creciente de intolerancia que se refleja no solo en los jovenes sino también en los adultos. Uno ve el nivel de violencia creciente que hay en la sociedad a nivel adulto y esos adultos son el reflejo en el que esos chicos se van criando hasta ser adolescentes y esto se viene agravando desde hace muchos años".

Si hay una base de violencia y esto lo asociamos a un grado de alcoholización, que por más que sea mínima es preocupante porque el alcohol lo que hace, en su primera instancia, es desinhibir los frenos, esas personas se tornará aún más violenta".

Cuando los padres fallan en la puesta de límites, con la orientación y la tutoría este problema se acrecienta. También la sociedad ha entrado en "la cómoda" de dejar que los chicos hagan, a los chicos hay que enseñarles porque solo no aprenden. Las discusiones entre padres e hijos sirven para educarlos y para que se conviertan en un ser útil a la sociedad; cabal, que pueda pensar y dirimir las cuestiones sin llegar a la trompada o a la patada, sirve para poder manejar la situación de una manera no violenta. Todo eso son aprendizajes, si vos a tu hijo eso no se lo inculcás, tu hijo solo no lo puede aprender."

En los hogares no hace falta tiempo, hace falta voluntad, la voluntad de llegar a tu casa y si tu hijo requiere de alguna situación, escucharlo. En encuestas realizadas se llegó a la conclusión de que lo que más se quejan los adolescentes es de que los adultos no los escuchamos. La adolescencia es una edad donde generalmente se es transgresor, en donde van a tratar de transgredir la norma o buscar el límite y si ese límite no se encuentra, cada vez van a buscar cosas más graves, por eso como adultos no podemos mirar para otro lado.

Hay padres que dicen, con respecto al alcohol "yo prefiero que mi hijo venga a casa a hacer la previa porque entonces sé con qué se emborracha" ¡eso es terrible!. Es más, le compran la bebida . Esa persona lo que tiene que controlar no es que su hijo se emborrache con algo conocido o controlado en la propia casa, sino que no se emborrache".

Cada uno de los padres debe ocuparse de que su hijo no se alcoholice y menos facilitarle que se alcoholice. Si cada uno de los padres en su casa lo hiciera, este desmadre que está sucediendo hoy en día y que desde hace muchos años venimos pregonando y tratando de evitar, no hubiese sucedido. Si existen normativas que prohíben que los menores compren bebidas alcohólicas y vos como adulto vas y se las comprás, entonces, ¿de que sirven?

Desde hace ya varios años la Rueda Interna del Rotary Club realiza un gran trabajo en el dilema del alcohol y los adolescentes en varios encuentros destinados a jovenes y padres, al respecto Tarchinale comentó: "Son miles de chicos los que participan, el último encuentro es para los chicos y sus padres, y la cantidad de padres asistentes se cuentan con los dedos de la mano. Así están respondiendo los padres, los adultos o los tutores, no solamente con el alcohol, sino también cuando se habla de la violencia o la puesta de límites".

"La sociedad no se está haciendo cargo de la crianza. La escuela tampoco se aggiorna a un montón de temáticas, los chicos tampoco se sienten escuchados en las escuelas pero esencialmente deberían ser escuchados en sus hogares dentro de su núcleo familiar, es la familia la que debe educar en todas estas normas preventivas.

"Los chicos terminan siendo victimas de una sociedad adulta que no se hace cargo de la educación de los hijos. Los chicos deben tener alguien a quien asemejarse, alguien de quien aprender las buenas costumbres, las sanas costumbres y a auto-cuidarse" concluyó