Zoe Saldaña ha sido una de las grandes triunfadoras de los Premios Oscar con su galardón a Mejor actriz de reparto por Emilia Pérez. Desde que anunciaron su nominación, su nombre estaba en boca de todos y las expectativas estaban puestas sobre su persona. Sin embargo, la vida no siempre ha sido fácil para la actriz, que acumula muchos premios, y muchas vivencias personales que pocos conocen.
“Toda mi familia está aquí. Me siento muy honrada con la Academia por reconocer el heroísmo silencioso y el poder de una mujer como Rita y, hablando de mujeres poderosas, en la categoría el amor que me han ofrecido es una bendición”, reveló tras recibir el esperado premio.
La dura infancia de Zoe Saldaña
Criada en Queens, Nueva York, la infancia de Zoe Saldaña estuvo marcada por una pérdida devastadora. A los nueve años, la muerte de su padre en un accidente de tráfico alteró su vida de manera irreversible. Su madre, profundamente afectada por la tragedia, tomó la difícil decisión de enviar a Zoe y a sus hermanas a la República Dominicana. Un cambio significativo que no fue fácil para su edad.
En varias entrevistas, Zoe ha confesado que, aunque su familia priorizó una educación privada para ella y sus hermanas, eso no la libró del acoso, ya que sus compañeros la señalaban por su origen y su situación económica. Además, la dislexia y el TDAH que padece desde pequeña hicieron que la escuela fuera aún más difícil de lo que esperaba.
Sin embargo, su pasión por la interpretación fue lo que la salvó. Regresó a Nueva York y se unió a un teatro juvenil, lo que la llevó a conseguir su primer papel en El ritmo del éxito en el año 2000. Desde ese momento, su carrera despegó, sin imaginar que había dado un brillante salto a la fama en el rubro.
