Ingresó en la Cámara de Diputados de la Nación un proyecto para que los pequeños productores que realicen actividades agrarias puedan jubilarse a los cincuenta y siete años una vez que acrediten veinticinco años de servicios con aportes.
El proyecto que lleva la firma del diputado nacional Federico Zamarbide va "a solucionar una inequidad ante la ley muy grave para todas nuestras economías regionales", afirmó.
El legislador de Juntos por el Cambio, explicó que esta iniciativa busca equiparar ya que "en Argentina los trabajadores rurales pueden jubilarse actualmente a los 57 años por el desgaste físico que implica su actividad. Sin embargo, los trabajadores vitivinícolas han quedado afuera de este beneficio porque pertenecen a un régimen especial y se jubilan recién a los 65 años".
Zamarbide opinó que esa diferenciación es "absurda" por el solo hecho de que "dos trabajadores de una misma finca que realizan la misma tarea" pero "uno pertenece al Sindicato de obreros vitivinícolas y afines y otro a la Unión argentina de trabajadores rurales y estibadores, el primero se jubila a los 65 años y el segundo a los 57".
Para solucionar esa inequidad, remarcó el diputado nacional oriundo de San Rafael, presentó un proyecto en el que además solicita el mismo beneficio "para los pequeños productores, entendiendo como tales a los que no hayan tenido más de dos empleados en relación de dependencia en ningún momento. Ponemos, asimismo, un límite de capital porque la idea es favorecer al pequeño productor que hace un trabajo físico cotidiano similar o igual al de cualquier empleado en relación de dependencia".
El beneficio anticipado de jubilación se hace también extensivo a los contratistas de viñas y frutales.
"Todos los trabajadores mencionados sufren además del desgaste físico señalado, situaciones de estrés y ansiedad cuando una helada o el granizo se llevan toda su cosecha y se ve afectado también por las condiciones de precios que hacen que su actividad de muchos años no sea rentable".