Dos cóndores andinos fueron liberaros en simultáneo este viernes en La Cresta, a seis kilómetros del Filo de la Costa de Comechingones, en la Villa de Merlo. Se trata de un macho y una hembra que después de meses recuperándose en el Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS) de La Florida, emprendieron vuelo.
El majestuoso momento se efectuó alrededor de las 10.30 de la mañana de este viernes, cuando el equipo conformado por ambientalistas de San Luis, especialistas del mencionado centro y la Fundación Caburei, con la colaboración del equipo de la Fundación Cullunche de Mendoza, abrieron las jaulas y las aves de gran tamaño comenzaron a abrir sus alas, esperando poder aprovechar el viento de la zona y entregarse en libertad.
Estuvieron presentes unas 100 personas, testigos de esta liberación, y las cuales se mantuvieron por varios minutos en silencio ante la pequeña danza de la pareja de cóndores antes de su regreso hacia su hábitat natural.
Yñaca e Hiernen emprendieron vuelo con un pequeño transmisor instalado por los protectores de fauna, para obtener mayor información de la población de cóndores andinos, su comportamiento y movimientos, datos elementales para fortalecer la política de conservación y preservación de la especie, según informaron desde la Secretaría de Ambiente de la Provincia.
Como sintiendo el llamado de la naturaleza, la primera en lanzarse al cielo fue la hembra de plumas marrones; luego le siguió el macho con plumas marrones pero predominantemente blanco en sus alas y de mayor tamaño.
Cuando los dos ya se encontraron volando, hubo quienes sintieron la emoción y no pudieron evitar las lágrimas y los abrazos de alegría.
Por qué estuvieron en cautiverio por rehabilitación
Los dos ejemplares de cóndores fueron rehabilitados en el CCVS, luego de ser rescatados. El macho, Hiernen (que significa “fuerza”), es un adulto que fue encontrado en marzo en la zona de Merlo con una fractura en una de sus alas producto de unos perdigones, que fue confirmado mediante radiografías.
La hembra, Yñaca (”doncella”), fue rescatada en agosto en el paraje Cuatro Esquinas, en una zona donde no existen sierras y hay dos campos con sembradíos. El equipo veterinario constató en ese momento que estaba anémica e incapacitada para volar.
Finalmente, después de varios meses de intensos cuidados de ambas aves, volvieron a ser libres entre las sierras puntanas.
