Se reactivó el fuego y los bomberos vuelven a las sierras para combatirlo

Cincuenta efectivos de seis cuarteles trabajan con las ayuda de dos aviones hidrantes para controlar las llamas que se dirigen al sureste. Afortunadamente las llamas aún están lejos de la zona de viviendas.

Desde las siete de la mañana del miércoles, cincuenta bomberos de seis cuarteles, con ayuda del personal de San Luis Solidario y de dos aviones hidrantes, volvieron a subir a las sierras de la Villa de la Quebrada, en San Luis, para combatir uno de los frentes del incendio que se reactivó.

Incendio en la Villa de la Quebrada.
Incendio en la Villa de la Quebrada.

"El martes trabajamos desde las seis de la mañana y se logró controlar la zona sureste del incendio, que va hacia Villa de la Quebrada, pero se reactivó a las cinco de la tarde. Inmediatamente llamamos a los jefes de San Luis Solidario y a todos los jefes de cuartel para convocar a los bomberos de la provincia que están cerca de nuestra jurisdicción. Se acordó hacer un ataque directo hoy - miércoles- a las 7 de la mañana hasta las siete de la tarde para poder contener el incendio y evitar que cruce del río de Guascara, porque hay casas abajo y queremos asegurar esa zona con aviones hidrantes ", le informó a El Diario de la República Roberto Albornoz, jefe de los bomberos voluntario de Villa de la Quebrada.

El frente noroeste del incendio sigue activo desde el domingo y sigue extendiéndose. “En esa zona va a trabajar bomberos de El Trapiche”, pero nuestra prioridad “es el lado sur, sobre todo para llevarles tranquilidad a los pobladores de la villa”, comentó el bombero.

Incendio en la Villa de la Quebrada.
Incendio en la Villa de la Quebrada.

Albornoz y su personal van a contar con la ayuda de cuarteles de bomberos de la capital, de La Punta, de El Volcán, del Cuartel II de Bomberos de la Policía, de Villa General Roca y del personal del San Luis Solidario. "Vamos a hacer un campamento base a las márgenes del Guascara porque que nos queda muy cerca del incendio para llevar provisiones y equipamiento para arriba", explicó.

Salvo la acción de los aviones hidrantes, el resto del trabajo será a pulmón, como los días anteriores. “Los efectivos trabajan con mochilas de agua, rastrillos segadores y chicotes. Actualmente el frente sureste debe tener unos mil metros de extensión aproximadamente, mucho menos a cuando se inició, pero la amenaza es la misma”, concluyó.