La enfermera que canta y baila para sus pacientes de diálisis

Betty Zamora es sanjuanina, trabaja en el Hospital Rawson, donde todos los días intenta alegrar a los enfermos. 

Los pacientes de Diálisis van día por medio al hospital para dializarse.
Los pacientes de Diálisis van día por medio al hospital para dializarse.

Los pacientes que se dializan en el Hospital Rawson la esperan con ansías. Es que Betty Zamora es especial. No es una enfermera cualquiera, es una mujer que además de ser una profesional aprendió a cantar y a bailar para alegrar a sus pacientes. Y vaya si lo logra. Además de estos dotes artísticos, Betty hace stand-up y tiene un repertorio interminable de chistes para sacar carcajadas a todos los que estén cerca.

Los pacientes de Diálisis van día por medio al hospital para dializarse.
Los pacientes de Diálisis van día por medio al hospital para dializarse.

Un cimbronazo en la vida fue lo que llevó esta mujer a estudiar enfermería. A los 26 años Betty se  quedó sin pareja, con dos hijos chicos y sin trabajo. Fue en sus giras pidiendo empleo en las que una persona le sugirió que estudiara enfermería. Hizo un curso de nueve meses e inmediatamente entró a trabajar al Rawson y en clínicas privadas.

Junto a sus compañeras, trata de forma especial a cada uno de sus pacientes.
Junto a sus compañeras, trata de forma especial a cada uno de sus pacientes.

Luego de realizar este curso, decidió perfeccionarse y arrancó la Licenciatura en Enfermería en la Universidad Católica de Cuyo. Y consiguió el título. Pasó por muchos servicios dentro del hospital público hasta que llegó a Nefrología y Diálisis. Betty dijo que en este servicio se genera una empatía con el paciente porque se pasan muchas horas del día con las mismas personas y porque todos necesitan una contención especial.

¿Cómo llegó al arte esta mujer? Hace algunos años, la enfermera cayó en un pozo depresivo. Betty contó que extrañamente la fuerza para salir adelante la sacó de sus pacientes, quienes día a día se sobreponen a los desafíos y al desánimo que les impone padecer una enfermedad renal crónica. Además recurrió a ayuda profesional y fue la psicóloga quien la incentivó a cantar.

Hace cuatro años, Betty se compró un parlante y una computadora y empezó a probarse. "Mi primer público fueron mis pacientes, ellos me pedían que les cantara una cumbia, un bolero, una chacarera. Es por eso que tengo un repertorio amplio. Los mismos pacientes fueron los primeros que me contrataron para sus eventos familiares y así fui creciendo", explicó.

Ahora la música de Betty es infaltable en las sesiones de diálisis del Rawson. Emocionada, cerró diciendo: "Me moviliza darles alegría a los pacientes, empecé a liberar tensiones y quise trasmitir ese sentimiento de sentirse mejor. Al principio empezamos a hacer karaoke, para que recuperen la alegría que habían perdido. También quise cambiar la visión del enfermero, que se trata de alguien que te contiene, que te protege. Me hace muy bien y siento que ayudo un poquito a que pasen mejor su tratamiento".