Espeluznante caso: condenan a un padrastro por abusar y maltratar a una menor

Fue en San Juan. El sujeto también obligaba a la víctima a fumar, a tomar alcohol y ver videos prohibidos.

Abuso sexual ilustrativa
Abuso sexual ilustrativa

Su hijastra tenía 8 años cuando empezó a abusarla. Lo hacía en la misma casa que compartía con su esposa, es decir la madre de la menor, quien al enterarse de lo sucedido prefirió creerle a su pareja y no a su propia hija. El calvario que vivió la víctima duró apenas 3 años y terminó gracias a la sorpresiva visita de una amiga íntima de la familia, quien decidió radicar la denuncia en el Centro ANIVI. Después vino la investigación, la condena y un poco de paz para la niña.

El caso salió a la luz en 2018, según publicó Tiempo de San Juan. La tranquilidad de la que gozaba el barrio La Esperanza, en el departamento sanjuanino de Albardón, se vio interrumpida de golpe y sin aviso. Una mujer, de apellido Quiroga, llegó desde Tierra del Fuego para visitar a la familia de la niña. En esa visita fue cuando la menor le confesó los reiterados abusos que sufría a manos de su padrastro. Casi implorando la criatura pidió irse con ella al Sur.

A los pocos meses la víctima no sólo estaba decidida a alejarse de su familia, sino que a su corta edad estaba dispuesta a hacer justicia. Fue así que, aconsejada por Quiroga, declaró los tormentosos momentos que sufrió en su casa a causa de P.M.B, de 42 años. En ese entonces tenía 11 años.

Frente a una psicóloga, la joven contó que los abusos consistían en tocamientos por debajo de su ropa, ya sea con las manos o con su miembro viril, en sus pechos, vagina y cola. También confesó que la "manoseaba" por encima de su ropa mientras dormía o se ausentaba la madre. Otras situaciones crueles que le tocó atravesar fueron cuando la obligaba a fumar, a tomar alcohol o a ver videos pornográficos. El abusador la amenazaba diciéndole que “algo malo” le iba a pasar a su familia.

Todo esto fue acreditado por el fiscal y el juez de la causa, Benedicto Correa, del Cuarto Juzgado de Instrucción. Sin embargo, como no pudieron acreditar el abuso con acceso carnal, el padrastro fue condenado a sólo 5 años de prisión y no a 15 como lo había solicitado la Fiscalía. Esto quiere decir que en unos meses podrá gozar de salidas transitorias.