El 10 de septiembre el abogado Nicolás Fiorentino hizo una presentación en nombre de un interno del Servicio Penitenciario de Chimbas que dice haber sido víctimas de amenazas y de una golpiza por parte de otros presos que fueron enviados por el ex intendente de Caucete, Julián Gil. El denunciante es un hombre investigado por abusar sexualmente de su hija y de prostituirla a cambio de favores políticos. Por esta causa, también está siendo investigado el ex funcionario caucetero.
El principal acusado por esta causa de abuso sexual teme por su vida, según dijo Fiorentino a Tiempo de San Juan. En la denuncia por amenazas se detalló que en noviembre del 2019 un interno de apellido Lucero lo atacó a patadas y lo amenazó diciéndole que lo hacía de parte de Gil. A fines de febrero y a principios de marzo, el preso recibió una visita rara en el Penal. En esa oportunidad, según consta en la denuncia fue amenazado nuevamente. De acuerdo a lo relatado por el reo, el sujeto se hizo pasar por su tío en el horario de visitas. El hombre, de apellido Chavero, trabajaría en una radio del departamento y le habría dicho que no hiciera ninguna denuncia contra Gil porque lo iban a matar. En abril, fue quemado con un cigarrillo dentro del Servicio Penitenciario.
En la denuncia, el abogado del preso, solicitó las imágenes de las cámaras de seguridad del Penal y el registro completo de visitas. Con estas pruebas, Fiorentino aseguró que puede acreditar la veracidad de los dichos de su cliente.
El preso que denunció al ex intendente es el acusado principal de una causa que lo investiga por el abuso sexual de su hija desde que tenía 13 años. La víctima, que hoy es mayor de edad, declaró que su padre la entregaba a hombres poderosos de Caucete a cambio de favores políticos o económicos. Por ello, la investigación se amplió y ahora incluye a Gil, al dirigente político Silvio Ibañez y a Emilio Mendoza Mereles, el hijo de otro dirigente político y ex intendente caucetero.
