El 5 de noviembre se celebra el Día del Agente de Traslado, y se realizó un reconocimiento a la valiosa labor de los camilleros en el sistema de salud. Estos profesionales desempeñan un rol crucial en el cuidado de los pacientes dentro de los hospitales, garantizando un traslado seguro y eficiente entre distintas áreas del centro médico. Aunque su trabajo a menudo pasa desapercibido, su dedicación y compromiso son fundamentales para el bienestar de los pacientes.
La directora del Hospital Avellaneda, Alba Pieroni, destacó la importancia de este personal dentro del equipo de salud: “Los agentes de traslado son un pilar fundamental para la atención de los pacientes. No solo colaboran con médicos y enfermeros, sino que también interactúan con los pacientes y sus familias, ofreciendo apoyo emocional en momentos de alta tensión. La capacitación continua ha sido clave en la profesionalización del rol. Han recibido entrenamientos en diversas áreas, desde bioseguridad hasta ergonomía, lo cual les ha permitido sentirse parte del equipo y mejorar la calidad de la atención que brindan. Su aporte en situaciones de urgencias es esencial, ya que muchas veces son el primer contacto con el paciente en la guardia y pueden tomar medidas cruciales hasta que el paciente sea atendido por médicos”.
En este marco, Jorge Albarracín, uno de los más avezados agentes de traslado del Hospital Avellaneda, quien suma más de 30 años de servicio, subrayó que “Es un trabajo muy importante, especial y con mucha responsabilidad. Nos encargamos de trasladar a los pacientes a distintos servicios del hospital. Cada traslado requiere atención cuidadosa, porque trabajamos con personas en situaciones de salud delicadas”. Albarracín subrayó también la importancia de la formación continua: “Recibimos capacitaciones en áreas como el manejo seguro de pacientes, ergonomía y técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP), lo cual nos prepara para actuar en emergencias. Somos casi 40 camilleros en el hospital, disponibles las 24 horas del día, todos los días del año. Dependemos mucho del equipo de enfermería, que nos orienta sobre las prioridades, y trabajamos juntos para brindar la mejor atención posible”.
“Es un trabajo en equipo que involucra no solo a médicos y enfermeros, sino también a los pacientes y sus familias. Los días de lluvia, los accidentes de moto son comunes, y los niños llegan con lesiones graves. También recibimos muchos casos de quemaduras por juegos pirotécnicos durante las fiestas, lo que hace que el traslado sea aún más difícil. Además de trasladar, ayudamos en la asistencia, colaborando con los enfermeros en la colocación de vías o catéteres. Y cuando se trata de fracturas, es fundamental inmovilizar la parte afectada para evitar más daños y asegurar que el paciente pase por los estudios necesarios”, cerró el agente de traslado Jonathan.