El juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa está en boca de todos y conmovió a un país entero. Sus padres actualmente están luchando en Tribunales para que se haga justicia, y dentro del equipo que les brinda asistencia profesional está Florencia Machado, la médica salteña que los acompaña.
Si bien este proceso judicial comenzó hace 2 semanas, el crimen se desarrolló el 18 de enero del 2020 a la salida de un boliche en Villa Gesell. Desde entonces, su familia ha caído en una angustia profunda.
Para acompañar al círculo más íntimo de la víctima durante el juicio, cuentan con un grupo de médicos que los asiste. Machado es uno de ellos; tiene 30 años y es oriunda de General Masconi, al norte de la provincia de Salta, aunque finalizó sus estudios en La Rioja.
Llegada a CABA se especializó en cardiología, profesión por la que la contrató una empresa a fin de asistir a los padres de Fernando, Graciela Sosa Osorio y Silvio Báez, así como también a cualquier testigo, familiar o allegado de ellos por si se descompensan.
Crimen de Fernando Báez Sosa: el caso que la conmovió y le dio ganas de ayudar
“No dudé un segundo en decir que sí cuando me preguntaron si quería cubrir esta instancia, lo acepté sin dudas porque ese caso me causó mucha tristeza y estoy para brindarles todo mi apoyo”, indicó la médica salteña en diálogo con El Tribuno.
Estos colegas comienzan a trabajar a las 6:45 horas. En el caso de Florencia, es la primera vez que le toca prestar servicios de asistencia médica durante un juicio, y la primer semana le resultó impactante, pues declararon muchos jóvenes.
El sufrimiento de la familia Báez Sosa
En base a lo que comentó, viven más momentos de tristeza que de tensión por la forma en que murió el muchacho. La madre de Fernando se ha descompensando en varias oportunidades, especialmente cuando inició el juicio.
Machado comentó: “Ella sufre mucho y especialmente en la primera semana tuvo muchas descompensaciones y allí la asistimos hasta ser compensada y vuelve a ingresar a la sala de audiencias”.
Describió a los padres de la víctima como personas “muy buenas y humildes”. Graciela le expresa constantemente el enojo y la frustración que siente, al tiempo en que asegura que su fin último es conseguir que se haga justicia por su hijo.
“Son tan buenas personas que agradecen todo el tiempo por estar junto a ellos”, señaló Florencia. En este sentido, resaltó la falta de disculpas por parte de las familia de los muchachos imputados por el crimen.
A las afueras de los Tribunales marchan cientas de personas con banderas y remeras. Durante cada audiencia, manifiestan su apoyo por la familia Báez Sosa, y le exigen a la Justicia que los detenidos reciban perpetua.
Gracias a esto, más todo el equipo de médicos y abogados que los acompañan, la segunda semana del juicio fue más soportable. Se los encontró más fuertes, mientras se siente la presión social que hay afuera.
