Caso Rosa Torino: suman más testimonios que complican al excura acusado de abuso sexual

Un ex miembro de la congregación Discípulos de Jesús San Juan Bautista relató que sufrió maltratos por parte del imputado. Otros testigos contaron que sufrieron abusos.

El exsacerdote Agustín Rosa Torino enfrenta un juicio acusado de abuso sexual
El exsacerdote Agustín Rosa Torino enfrenta un juicio acusado de abuso sexual Foto: Viral

Este viernes se reanudará la audiencia de debate en la que la Sala IV del Tribunal de Juicio, juzga al sacerdote Agustín Rosa Torino, acusado de abusar sexualmente de tres víctimas. La sexta jornada de la audiencia de debate se desarrolla en Salón de Grandes Juicios del Poder Judicial de Salta y está prevista la declaración de más integrantes de la congregación a cargo del acusado.

El jueves pasado, un ex miembro de la comunidad sostuvo que no fue testigo de abusos y que se enteró por las víctimas. Afirmó que sufrió maltratos y manipulaciones por parte de Rosa Torino y remarcó que los hermanos que abandonaban la congregación lo hicieron para escaparse.

“El estaba visto como un santo, allá lejos, al que era difícil llegar. Eso hacía que se vea como poderoso. Llegar a su círculo íntimo era como de privilegio y yo podía acceder. Nosotros vivíamos de una forma, él de otra. Había un clima de tensión siempre en el círculo intimo, porque un hermano se había escapado, o porque otro no cumplía con las cosas”, contó

Además el hermano de uno de los exnovicios víctimas, quien también formó parte de la congregación, indicó que su hermano le contó que fue abusado por el imputado, quien le tocó sus partes íntimas durante supuestas revisiones por varicocele. Finalmente declaró el padre del mismo exnovicio. Afirmó que su hijo ingresó a la congregación a los 14 años, por vocación y sostuvo que tomó conocimiento de las situaciones de abuso por primera vez, al leer el diario de su hijo, que dejó olvidado durante un viaje. También sostuvo que el régimen impuesto por el acusado dentro de la congregación, fue peor que el nazismo.

“Yair llegó a casa un día, él era un chico alegre y feliz pero se lo veía como seco. Dejó un cuaderno en mi taller. Yo creo que el quería que lo leyera. Cuando me puse a ver encontré todo, él contaba como si hubiera sido una novela de terror, sin nombres. Y leí que se quiso matar tres veces”, testimonió.