En los últimos dos días, se dio a conocer a nivel nacional sobre la existencia de una mujer muy particular, no solo por su físico trabajado y su exposición en las redes sociales, sino también por su aporte a la política en la capital de Salta como concejal.
Cande Correa no es desconocida para los salteños, ya que hace ya varios años que se dedica a dar clases de una movida creada por ella llamada "ritmo fitness", que combina el baile con ejercicios aeróbicos y musculares de intensidad elevada.
Además de sus clases privadas, la joven influencer también dio clases gratuitas para mujeres de todas las edades en Salta Capital y en Rosario de Lerma, a pocos kilómetros de la capital.
El pasado diciembre, Correa asumió como miembro del Concejo Deliberante de Salta, cargo que la enorgullece y según ella, se condice con su espíritu solidario, que nació en el deporte, dando clases a mujeres carenciadas, y se extendió a la política salteña.
En entrevista exclusiva con VíaSalta, Cande habló sobre sus orígenes, su familia, su vida como mamá e influencer, y su cargo como concejal.
Sus comienzos
La edil que hoy es furor en las redes sociales contó que se casó a los 21 años, y al nacer su primera hija, debió abandonar la carrera de derecho que venía estudiando en la Universidad Católica de Salta debido a carencias económicas y su inminente separación.
Con una hijita de un año, sin un título universitario, y sola, su familia la acogió con los brazos abiertos y la impulsó a superarse y crear su primer emprendimiento: un gimnasio. Allí se encontró con las primeras trabas, ya que no tenía el dinero suficiente para invertir en maquinaria y espejos, pero su familia la ayudó a alquilar un local, que en un principio solo contaba con un equipo de música.
"Gracias al apoyo de mi familia logré abrir el gimnasio, pero al no contar con el equipo necesario, se me ocurrió hacer con lo que tenía, y comencé a desarrollar el "ritmo fitness", para lo que solo se necesita música y ganas de entrenar bailando", dijo la joven edil.
Allí comenzó a dar clases a mujeres de todas las edades, y el único maketing con el que contaba era un cartel con su foto: “Era increíble que con solo eso, las mujeres se acercaban a averiguar por las clases, y de a poco, fui construyendo una pequeña comunidad que venía a entrenar en “ritmo fitness””.
A partir de entonces, comenzaron a llamarla los medios de comunicación para dar clases en sus programas, e incluso algunos municipios de pusieron en contacto con ella para que diera clases gratuitas para mujeres carenciadas. Por el mismo tiempo, Cande ya comenzaba a perfilar como influencer en las redes sociales, subiendo rutinas y fotos a su cuenta de Instagram, e incentivando a las mujeres a cumplir sus objetivos.
"Me di cuenta que las clases movían algo dentro de estas mujeres: que ellas crean que pueden verse bien, crear proyectos, alcanzar metas. Todo esto era aplicable a sus propias vidas. Desde mi humilde posición como instructora vi cómo le cambiaba la vida a la gente," dijo, orgullosa.
El sueño del Bailando
La joven contó que en una movida solidaria en la que bailó en la plaza 9 de Julio, conoció a una mamá, Belén, y a su hijito, Joaquín, quien padecía una discapacidad motriz que le impedía caminar.
"El sueño de Belén era que su hijo camine, y mi sueño era entrar al Bailando para conseguir tratamientos para chicos con discapacidad motriz, entonces logré ponerme en contacto con Marcelo Tinelli. No logré participar, pero Marcelo tuvo la buena voluntad de pagar el tratamiento de Joaquín por un año", contó la concejal, que no tiene nada que envidiarle a las participantes del certamen.
No descarta en un futuro poder participar del reconocido y mediático certamen; ganas de bailar mientras ayuda a otros no le faltan.
Del gimnasio al Concejo Deliberante de Salta
La convocatoria de Cande y su vocación solidaria la llevaron a plantearse que más podía hacer por la tierra que ama y sus habitantes, por lo que al aproximarse las PASO, comenzó a masticar la idea de postularse como concejal por Salta.
Pasó la primera instancia con más de 6 mil votos, y ganó la elección con casi 18 mil votos, compitiendo por la banca salteña con miles de candidatos.
"No tuve un gran aparato de comunicación, eramos solo mis amigas, familia y yo repartiendo folletos, por lo que creo que las redes sociales fueron un fuerte impulso para darme a conocer como soy: una mujer que se expone, pero que ama a la gente; una mujer que lo único que quiere es impulsar a las personas, cambiarles la vida a hacerles entender que se puede estar mejor", dijo la joven, "exponer mi cuerpo es parte de lo que soy, no me hace peor persona ni incapaz de aportar ideas para mejorar la vida de los salteños", aclaró.
Con respecto al ambiente que se vive en el Concejo de Salta, Cande comentó sin preámbulos que es un ambiente hostil: "Aveces se hace muy difícil, pero no por la tarea y la responsabilidad de proponer ideas para mejorar nuestra Salta, sino por que no hay compromisos ni amistades que valgan, solo política. La política necesita el trabajo en equipo, pero los intereses y a veces, el machismo por parte de hombre y mujeres por igual, se interpone con los objetivos comunes."
"Nunca se esperaron que una mujer con exposición sin un trasfondo político asumiera un cargo como este. Tengo muchísimas ganas, nunca voy a dejar de lado mis valores ni me voy a correr por lo que piensen de mí", declaró. "Hay momentos que son muy difíciles, pero no voy a desilusionar a la gente que confió en mí".
"Llegué a donde quise llegar siendo como soy, una mujer que se expone y muestra su cuerpo. Así llegué y eso no va a cambiar por que sería ir en contra de mi persona. Mis valores, mis ideas y mis propuestas son igualmente válidos, y desde mi lugar tengo mucho para aportar a la provincia".
Cande Correa realizó un número de propuestas desde el inicio de su carrera política, entre las últimas se encuentra el Crematorio Municipal, que busca que personas de bajos recursos puedan cremar a sus muertos, y un reconocimiento impositivo a los donantes de plasma recuperados de coronavirus. Este último proyecto generó revuelo y polémica.
"Mi único objetivo con este proyecto era el de salvar vidas. Fue malinterpretado. Son pocos los donantes recuperados de coronavirus, y mi idea era incentivarlos por medio de un reconocimiento. El proyecto estaba súper estudiado y basado en la ley de Donación de Sangre", contó la concejal.
