En menos de un mes, seis niños de comunidades wichi murieron en casos de extrema vulnerabilidad y se registró un alto número de desnutrición infantil. Antes este panorama urgente, representantes de las comunidades originarias del Chaco Salteño y profesionales sanitaristas solicitaron ayuda de la organización internacional Médicos Sin Fronteras.
Los caciques de los pueblos fueron quienes primero enviaron una carta a Josefina Martorell, la presidenta de la ONG en América del Sur, pidiendo que realicen una misión exploratoria en el norte. Reforzaron el pedido profesionales dedicados a estas poblaciones vulnerables, pidiendo el apoyo del gobernador de Salta, Gustavo Sáenz y el presidente de la Nación, Alberto Fernández.
En la carta, los caciques expresaron confianza en el sistema de salud del estado, pero piden ayuda por considerar que se encuentran en una "crisis humanitaria de carácter crónico y no encontramos una solución mejor ante lo que sucede en nuestras comunidades, que pedir ayuda exterior". Hablaron en su pedido de la miseria, la marginación y el hambre que sufren, además de la contaminación de las napas y del agua superficial. También mencionaron el "desmonte masivo que arrasa con todos los alimentos y medicinas".
Un grupo de antropólogos y médicos dedicados a la zona respaldaron el pedido comparando la crisis con la de los refugiados africanos en Europa; y que la respuesta del estado nacional y provincial no ha sido suficiente para ayudar a estos pueblos que han sido despojados de sus bosques. Entre los profesionales que firmaron, se encuentra Carlos Trotta, el expresidente de Médicos sin Frontera para América Latina.
La carta cierra con deseos de que la organización preste su ayuda en la situación, y que los gobernantes acepten la ayuda exterior para brindar asistencia sanitaria.
