“¿¡Queeé..!?” Cosas que tenés que hacer para no perder audición antes de los 35

Para 2050, se estima que una de cada diez personas sufrirá pérdida de audición discapacitante. Hisopos Vs. higiene segura. Tips para cuidarte de los ruidos extremos.

Hay una serie de factores sobre los que se puede trabajar para sortear lesiones del sistema auditivo.
Hay una serie de factores sobre los que se puede trabajar para sortear lesiones del sistema auditivo.

Según la Organización Mundial de la Salud, 466 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante, y, de ese total, 34 millones son niños. Y se calcula que, para el 2050, una de cada 10 sufrirá una pérdida de audición de este tipo.

A su vez, los jóvenes que nacieron con audición normal también se encuentran en riesgo por la exposición a ruidos de alta intensidad: 1.100 millones de entre 12 y 35 años podrían padecer pérdida de audición por su exposición al ruido en contextos recreativos.

Los jóvenes que han nacido con una audición normal también pueden perderla al exponerse a intensos ruidos en contextos recreativos.

Las causas de la pérdida de audición y la sordera pueden ser congénitas, es decir, manifestarse en el momento del nacimiento o inmediatamente después, producto de factores hereditarios y complicaciones durante el embarazo y el parto (rubeola materna, sífilis u otras infecciones), así como por bajo peso al nacer, requerimientos de oxígeno luego del parto o uso de antibióticos tóxicos para el oído.

También hay otro grupo de causas que se producen tras el nacimiento, en los años siguientes; y entre ellas se destacan la meningitis, el sarampión, las infecciones crónicas de oído y la exposición a ruidos excesivos.

Lo bueno es que existen medidas de prevención y políticas públicas para evitarlas:

  • Vacunación obligatoria en recién nacidos, infancia y embarazadas.
  • Screening de infecciones como la sífilis y otras enfermedades en embarazadas.
  • Programas de salud infantil y salud materna para reforzar las medidas de cuidado.
  • Programas de detección de hipoacusia en el recién nacido y de seguimiento para niños con pruebas alteradas o con factores de riesgo.

Por otra parte, hay una serie de factores sobre los que se puede trabajar para sortear lesiones del sistema auditivo:

  • Usar protección ante sonidos altos: empleo de auriculares de inserción y de copa en exposiciones laborales a ruidos de alta intensidad; procurarnos alguna de estas protecciones si vamos a exponernos a lugares en donde se desarrollan recitales, boliches bailables y otros lugares donde hay música y ruido desmedidos.
  • No insertar objetos extraños en los oídos, como hisopos, ya que si bien son promocionados para la higiene personal, pueden producir traumatismos del conducto y de la membrana timpánica, además de infecciones.
  • Tampoco emplear otros instrumentos que se encuentran a la venta para la limpieza, pues el oído tiene sus propios mecanismos autolimpiantes: la piel crece desde la membrana timpánica hacia el orificio externo y arrastra los restos de descamación de la piel y la secreción ceruminosa producida por las glándulas internas. Si sentimos el oído tapado, hay que concurrir al médico.
  • Evitar el contacto con agua sucia.

La mayoría de las infecciones de oídos pueden sortearse si se cuidan adecuadamente. Ante la presencia de síntomas como dolor, supuración, fiebre u otros, es conveniente consultar con el médico y evitar la automedicación.

*Especialista en Otología del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Italiano. otorrino@hospitalitaliano.org.ar Contenido exclusivo de revista Rumbos.