Menopausia: cómo cuidarnos del sobrepeso

Abordar el diagnóstico de sobrepeso y obesidad es clave para delinear el tratamiento adecuado, en algunos casos, puede incluir ayuda farmacológica.

Menopausia
Menopausia

Por Dras. Laura Maffei y María Jimena Coronel, especialistas en Endocrinología Clínica, y Diabetes y Nutrición.

En esta etapa en la vida, la mujer requiere de una atención particular para cuidar el impacto metabólico que implican los cambios hormonales. Abordar el diagnóstico de sobrepeso y obesidad es clave para delinear el tratamiento adecuado que, en algunos casos, puede incluir ayuda farmacológica, cambios de hábitos tendientes a una alimentación saludable y actividad física para generar cambios que se sostengan en el tiempo, sin imponer dietas ni prohibiciones.

La menopausia marca el fin de la capacidad natural de la mujer para concebir. Es un proceso normal y se presenta en diversas edades, aunque en promedio ocurre a los 52 años y prácticamente todas las mujeres lo han completado hacia los 58.

En términos técnicos, la menopausia ocurre cuando ha pasado un año desde la última menstruación y está precedida por una etapa llamada climaterio, durante la cual los ovarios disminuyen su función y se hacen presentes otros cambios. A partir de ese momento, se produce un descenso de los estrógenos, hormona femenina por excelencia producida por los ovarios, lo que impacta en otros sistemas hormonales y en el metabolismo femenino en general.

El climaterio y la menopausia son instancias de alto impacto hormonal en la mujer: es, sin dudas, una etapa de crisis vital y replanteos que suele coincidir con el llamado "síndrome del nido vacío", ya que los hijos se independizan y la mujer comienza a disponer de más tiempo libre.

Los cuidados médicos actuales contribuyen a sobrellevar esos cambios. Las hormonas femeninas tienen una amplia acción protectora cardiovascular, ósea y neuronal e impactan en el metabolismo. Por ende, su pérdida (además de los conocidos sofocos o calores) puede alterar el funcionamiento de estas áreas. Diversos estudios han demostrado una asociación entre la menopausia y la redistribución de la grasa corporal en las mujeres, con predominio en el área peri-abdominal (aumento del perímetro de la cintura). Esta situación produce un aumento del riesgo cardiovascular, ya que la grasa abdominal se considera un tejido endocrino capaz de producir sustancias que se relacionan con el desarrollo de ciertas condiciones, tales como resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.

Por eso, la mujer requiere de una atención particular para cuidar el impacto metabólico que implican estos cambios. Es de suma importancia la actividad física para optimizar cerebro y corazón. Por otra parte, los estudios demuestran una mejor función cognitiva y menor impacto en la redistribución de la grasa corporal en mujeres tratadas con terapia hormonal de reemplazo, versus las no tratadas.

Además, si hay sobrepeso previo al inicio de la menopausia, se estima que tendrá un efecto sustancial en la magnitud de los cambios hormonales experimentados y también una exacerbación de los síntomas. En la actualidad, el sobrepeso y la obesidad constituyen un gran problema de salud debido a su aumento progresivo y la prevalencia del 26 %, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo en la Argentina. Por lo tanto, es preciso llegar junto a las pacientes al diagnóstico preciso y delinear un tratamiento que genere cambios sostenibles en el tiempo.