Día Mundial de la Hipertensión: controles gratuitos en todo el país

El 40 por ciento de los argentinos tiene presión alta, por eso se lanzó una campaña de concientización que busca llegar a las 100.000 mediciones.

17 de mayo, Día Mundial de la Hipertensión Arterial.
17 de mayo, Día Mundial de la Hipertensión Arterial.

Cada 17 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión Arterial, con el objetivo de generar conciencia en la población sobre lo importante que es mantener un estilo de vida y una presión arterial saludable.

La hipertensión arterial es una enfermedad de tipo crónico caracterizada por un incremento de la presión sanguínea en las arterias. Según los datos de la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), el 40% de los argentinos la padece y la mitad no sabe que la tiene.

Esta enfermedad representa la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo y es el factor de riesgo número uno de infarto y accidente cerebro vascular (ACV).

La hipertensión arterial es el factor de riesgo principal para sufrir un infarto o un accidente cerebro vascular (ACV).
La hipertensión arterial es el factor de riesgo principal para sufrir un infarto o un accidente cerebro vascular (ACV).

"La hipertensión se produce por el aumento de la fuerza de presión que ejerce la sangre sobre las arterias de forma sostenida. No da síntomas durante mucho tiempo y, si no se trata, puede desencadenar complicaciones severas como infarto de corazón, accidente cerebrovascular, daño renal y ocular, entre otras complicaciones", asevera la Dra Valeria El Haj, Directora Médica de vittal.​

¿Cuándo se considera hipertensión arterial? Hay dos medidas: la presión arterial sistólica (PAS) o máxima y la presión arterial diastólica (PAD) o mínima. Se considera hipertensión cuando dicha medición máxima es mayor o igual a 140 y la mínima es de 90.

Una de las maneras de mantener la presión controlada es a través de una alimentación reducida en sodio. Ya que tanto el sedentarismo, como la obesidad, el sobrepeso y el estrés son factores determinantes para que el problema se manifieste en cada vez más personas.

El sedentarismo, el sobrepeso y la obesidad son factores que aumentan la presión arterial. Es esencial adoptar un estilo de vida saludable. (lustración: Paul Rogers)
El sedentarismo, el sobrepeso y la obesidad son factores que aumentan la presión arterial. Es esencial adoptar un estilo de vida saludable. (lustración: Paul Rogers)

Controles gratuitos

Controlarse la presión arterial es el primer paso para conocer si padecemos o no hipertensión. Con este fin, la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA) lanzó la campaña "Conocé y controlá tu presión arterial" en la que este año tiene por objetivo relevar a 100.000 personas en todo el país. Los controles se realizarán en gazebos o pequeñas estructuras desmontables que se ubicarán a la salida de hospitales o centros de salud y otros lugares estratégicos.

En la la Ciudad de Buenos Aires, tendrán lugar en las Estaciones Saludables, donde además de tomar la presión se les brindará material informativo y consejos saludables. También en hall del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), ubicado en Av. Del Libertador 6302, se realizarán controles de presión gratuitos.

Este año, se sumarán a las mediciones la red de farmacias de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA).

A su vez, durante todo el mes de mayo, distintas organizaciones van a llevar a cabo actividades abiertas a la comunidad.

"Con información confiable y mediciones bien realizadas, buscamos que más personas sepan si padecen o no hipertensión. En caso afirmativo, les recomendamos enfáticamente la visita inmediata a un especialista para comenzar con el abordaje lo antes posible", explicó el Dr. Marcos Marín, médico cardiólogo especialista en Hipertensión Arterial y Coordinador de la iniciativa.

En esta línea, la Dra. El Haj hace hincapié en la importancia de este tipo de campañas para ayudar a prevenir esta enfermedad. "Está ampliamente comprobado que el control de la presión arterial disminuye la morbimortalidad cardiovascular; sin embargo, sigue siendo un desafío pendiente", asegura la especialista.

El sodio y la hipertensión arterial

El sodio es un elemento muy importante que nuestro cuerpo necesita para controlar la presión arterial y el volumen sanguíneo, además de ayudar a que los músculos y los nervios funcionen apropiadamente. Este mineral se presenta de manera natural en la mayoría de los alimentos como la leche, la remolacha, el apio, la sal de cocina, los cubos de caldo concentrado, la salsa de soja, la panceta, el jamón, las verduras enlatadas e, inclusive, el agua potable.

Es importante graduar la ingesta del sodio ya que su consumo en altos niveles podría provocar hipertensión arterial y/o acumulación de líquido en personas con insuficiencia cardíaca congestiva, cirrosis del hígado o nefropatía.

Para evitar esto, los adultos deben limitar el consumo de sodio a 2,300 mg por día y, quienes padezcan de hipertensión, 1,500 mg por día. Las personas que padecen insuficiencia cardíaca congestiva, cirrosis hepática y nefropatía pueden necesitar cantidades mucho más bajas. Lo ideal sería no superar los 3 blisters de sal al día (es decir, 3 grs totales al día agregados a las comidas, como máximo).

A pesar de que no existen cantidades de sodio específicas recomendadas para bebés, niños y adolescentes, es importante acostumbrar al organismo a consumir moderadas cantidades de sal y, de ser posible, no agregar sal a las comidas ya elaboradas, lo que hace que luego esa comida vaya perdiendo el sabor y cada vez hagan falta cantidades más elevadas de sal. Una alternativa para esto es reemplazar esta falta de sabor con condimentos aromáticos (orégano, perejil, tomillo, albahaca, pimienta, etc.) y jugo de limón.

Para graduar la ingesta de sodio, la Lic. Viviana Desanzo, nutricionista del Centro Ravenna, recomienda una dieta que contenga distintos tipos de alimentos, entre los cuales se encuentran:

- Verduras: Zanahoria, brócoli, lechuga, acelga, tomate, cebolla y papa.

- Frutas: Mandarina, naranja, arándano, fresa, manzana, uva.

- Cereales y granos: Avena, maíz, lentejas, nueces, café, pasta y arroz.

Además, recomienda evitar fiambres, embutidos, aderezos, quesos sin sal (en lo posible no quesos blancos), manteca y margarinas, panes y productos de pastelería y confitería.