Al margen de la comparación con la película “El Padrino”, la fiesta previa al triple crimen en Ibarlucea asoma como el escenario de una emboscada narco con mucha planificación. Entre los datos que analiza la Justicia de Rosario, este lunes se confirmaron indicios de que “entregaron” a las víctimas cuando se fueron del casamiento.
Según explicó el fiscal Gastón Ávila en conferencia prensa, el joven que aportó información el día después se atribuyó el incendio del auto acribillado a la salid del evento. Se trata de un pariente lejano de Esteban Enrique “Pinky” Rocha, el novio de la boda. Según su relato, quiso llevar a Érica Vanesa Romero (37) al mismo hospital al que habían trasladado a su pareja y su hija, las otras personas baleadas.
En su declaración, el muchacho explicó que estaba borracho y arrancó en sentido contrario cuando lograron sacar el Audi TT de la zanja en la que cayó durante la persecución. Ante el temor de ser capturado por la policía con el cadáver de la mujer a bordo, cruzó Ibarlucea y prendió fuego el vehículo cerca del cruce de Avellaneda y Urquiza.
Ávila no descarta imputar al joven, pero todavía necesita otros elementos que sustenten la acusación porque no puede utilizar ese relato en su contra. Por lo pronto descartó que el invitado al casamiento haya tratado de encubrir el triple crimen o su colaboración con el plan mafioso.
¿Quién mató a las víctimas del triple crimen de Ibarlucea?
El fiscal rosarino decidió mantener bajo reserva parte de la información sobre la actividad de Romero e Iván Maximiliano Giménez (33). No obstante, confirmó que la pareja figuraba en investigaciones sobre narcotráfico y apuntó que se los consideraba distribuidores de “mediana escala” en el negocio ilegal.
El funcionario judicial no descarta que hayan sido víctimas de una emboscada como venganza por la pérdida de un cargamento de droga incautado. Este antecedente lo mencionó el secretario de Seguridad de Santa Fe, Jorge Bortolozzi, cuando aludió al secuestro de 200 kilos de cocaína.
En la fiesta había integrantes de la familia Cantero, referentes de “Los Monos”. Además, tanto “Pinky” como su flamante esposa Brisa Milagros Leguizamón Ferreyra fueron procesados por la Justicia federal de Rosario como parte de la banda de Olga “La Tata” Medina.
En ese contexto, Ávila descubrió que el Audi TT no era el que Giménez usaba habitualmente. El auto pertenece en parte a su cuñada. Por eso se abre la hipótesis de que alguien les haya avisado a los asesinos en qué vehículo iban las víctimas cuando se retiraron de Campos de Ibarlucea.
Otra cuestión de peso en la investigación es que la policía no encontró los celulares de las víctimas. Si bien ya le tomaron declaración a los novios, el dueño del salón y algunos testigos más, en el lugar hubo casi 150 personas invitadas.
