Este lunes, el reality Gran Hermano se revolucionó por el regreso de tres ex participantes antes de la gran final. Uno de ellos es Tomás Holder, el influencer fitness rosarino que se hizo conocido por su personaje “tincho” y por ser el primer eliminado de la casa más famosa del país.
Pero Holder no sólo entró a compartir con los “hermanitos” las últimas horas dentro de la casa. En una jugada polémica, la producción del reality asignó a cada reingresado un finalista para acompañarlo en la campaña de votación para la final y al santafesino le tocó Julieta Poggio, con quien no tuvo una buena relación en el pasado.
Pese a esto, los jugadores parecen haber dejado sus diferencias atrás y, lejos de tirarse dardos, empezaron a compartir momentos divertidos. En ese marco, los dos fueron captados por las cámaras ensayando un conocido desafío de TikTok que consiste en bailar una coreografía al ritmo de Muñecas, la canción que Tini Stoessel grabó en colaboración con La Joaqui.
Poggio, que además de modelo es bailarina, fue quien guió los pasos a Holder y ambos practicaron varias veces la secuencia frente al espejo antes de que la música sonara para el desafío. Tras concluirlo con éxito, los participantes chocaron los cinco y todo parece indicar que el vínculo se recompuso de cara a la final.
TOMÁS HOLDER PUSO EN APRIETOS A NACHO Y MARTINA
En su primera noche de vuelta en Gran Hermano, Holder no se pudo contener e hizo de las suyas. En un momento de juego con los finalistas, hizo una pregunta que incomodó a Nacho y lo previno: “Si te tiro esto, te mato”.
“¿Es verdad que sentías más atracción física por Martina que por la Tora?”, planteó el rosarino. Así se refirió a una posible tercera en discordia detrás de la relación que el exfutbolista inició con la rubia Lucila Villar en el reality show.
Nacho no hizo mucho más que sacudir la cabeza para negarlo. En cambio, Martina fue más expeditiva y aclaró: “Hubiésemos chapado”.
