Se confirmó el primer caso de dengue del año en Rosario y el Gobierno refuerza los operativos especiales de prevención y eliminación del mosquito. La infectada es una mujer de 35 años que viajó a Formosa, según voceros del municipio local.
La paciente, que reside en el centro de la ciudad, presentó síntomas de fiebre y dolores musculares y articulares el 4 de enero. Actualmente, se encuentra en un buen estado de salud y en su domicilio.
Al confirmarse el primer caso “importado” del 2021, las autoridades rosarinas realizaron el “bloqueo focal”, interviniendo en el domicilio de la paciente y en la zona de residencia, e intensificaron las tareas periódicas, a través del COE Central, que integran las secretarías de Ambiente y Espacio Publico, Modernización y Cercanía y Salud Pública.
Incluyen concientización en toda la ciudad para impulsar el descacharrado, tanto en los hogares particulares como los edificios públicos, evitando así la presencia de criaderos, al igual que la colocación de ovitrampas en diferentes sectores de la ciudad para detectar la aparición del vector en su estadío temprano y el monitoreo entomológico a través de la determinación de índices larvarios.
En diciembre, un equipo de Salud Pública del municipio realizó una medición del nivel de infestación del vector para detectar la presencia del Aedes aegypti, transmisor de dengue, chikungunya y zika, con resultados negativos.
“Del total de las muestras tomadas, en ninguna se detectó la presencia de larvas de aedes aegypti”, informó la Intendencia a través de un comunicado, en el que precisó que según los datos epidemiológicos, en la ciudad se registra la presencia del vector del dengue desde hace más de dos décadas.
La prueba se realizó en el barrio Empalme Graneros, en el noroeste de la ciudad, donde en 2020 se produjo un brote de dengue. Para ello, un grupo de profesionales de la salud y personal municipal cubrieron un área de 17 manzanas y visitaron los patios de 82 viviendas.
A tener en cuenta
Desde el municipio, alertaron que, ante síntomas como fiebre, molestia detrás de los ojos y dolor de cabeza, musculares y articulares, hay que hacer la consulta médica correspondiente y no automedicarse. Además, se recomienda mantenerse hidratado.
Utilizar repelentes comerciales. Son convenientes los de extra duración, dada la menor frecuencia en que deben aplicarse.
En el hogar, colocar, en la medida de lo posible, telas metálicas o tejidos mosquiteros en puertas y ventanas. Revisar elementos que acumulen agua. En este caso, se puede cambiar el agua por arena húmeda.
Mantener los ambientes libres de mosquitos utilizando espirales, pastillas o insecticidas (siguiendo siempre las recomendaciones del fabricante) o sahumar con plantas secas encendidas (como romero, eucalipto, alcanfor o menta).
Reutilizar, reciclar o reducir residuos sólidos que puedan convertirse en criaderos. Por ejemplo: envases de alimentos y bebidas no retornables.
En el patio o jardín, vaciar baldes y latas para que no se acumule agua en ellos, tapar las botellas con o sin agua, mantener tapados los tanques de agua, limpiar diariamente los bebederos de animales (vaciarlos, cepillarlos y volverlos a llenar) y poner bajo techo las cubiertas de neumáticos.