El arresto de Mauricio Laferrara en una localidad vecina a Rosario le puso fin a una larga búsqueda judicial desde una fuga alarmante en la cárcel de Villa Devoto. Como si esto fuera poco, funcionarios del Gobierno provincial admitieron este lunes la hipótesis de un ataque contra Maximiliano Pullaro de parte del jefe de sicarios de Esteban Alvarado.
El secretario de Seguridad Pública, Omar Pereira, admitió que tenían información sobre los movimientos del “Caníbal” y estaban en alerta por un la chance de un atentado. “La presencia de esta persona en el territorio generaba preocupación”, aseguró.
El comandante mayor retirado de Gendarmería Nacional hizo hincapié la “peligrosidad” de Laferrara porque era el “brazo armado de Alvarado en las luchas con Los Monos”. De hecho, el ex ladrón de autos también intentó escapar de prisión a fines del año pasado.
“Sabíamos que estaba acá”, reconoció Pereira sobre el trabajo que concluyó este viernes con un operativo de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). El personal de las fuerzas provinciales atrapó al prófugo en Pueblo Andino, casi 40 kilómetros al noroeste de Rosario.
El secretario de Análisis y Gestión de Información de Santa Fe, Esteban Santantino, precisó que Laferrara cayó en medio de un “festejo de cumpleaños” en el departamento San Lorenzo. La poicía lo halló en un “entorno familiar” y detuvo a dos personas por encubrimiento de la fuga de Devoto.
Laferrara huyó de la cárcel a fines de octubre mientras estaba escondido en un contenedor de basura y la orden de recaptura se libró varios días después, ya que el personal penitenciario no había advertido su ausencia. Finalizada la búsqueda, las autoridades decidieron trasladarlo al penal bonaerense de Marcos Paz.
