En el aniversario del hundimiento del ARA General Belgrano durante la guerra de Malvinas, uno de los homenajes más conmovedores se realizó este lunes en Rosario. Allí se llevó a cabo el funeral de honor de Felipe Gallo, uno de los héroes que murió por el ataque contra el crucero. Durante la ceremonia, su hijo recibió una foto tomada hace más de 40 años gracias a un amigo del marino.
El acto realizado en el Cementerio El Salvador se llevó a cabo para depositar los restos de uno de los 323 tripulantes que murieron debido al torpedeo de la embarcación en el mar Argentino. Es el primero que ingresa al Paseo de los Ilustres del predio municipal.
Acompañado por sus hijos, Santiago Gallo compartió su emoción por el homenaje y especialmente por la foto que recibió de manos de Rodolfo Cordiglia, que conoció a su papá antes del inicio de la guerra con Inglaterra.
“A partir de todo este encuentro, para mí las cosas tienen otro sentido”, expresó el rosarino, que era un bebé cuando se produjo el hundimiento del ARA General Belgrano. Otros amigos y veteranos participaron de la ceremonia que encabezó el intendente Pablo Javkin.
Gallo tenía 23 años cuando las fuerzas inglesas atacaron al crucero fuera de la zona de exclusión demarcada en el conflicto bélico. Aunque lograron rescatarlo, falleció dos días después por las heridas y quemaduras graves que sufrió.
El suboficial de la Marina y electricista nació en el barrio de Fisherton. Tenía tres hermanos (dos mujeres y un varón). En el momento en el que dispararon torpedos desde el submarino nuclear Conqueror, estaba en la sala de máquinas de la nave argentina.
Durante la ceremonia Javkin destacó que el homenaje a un excombatiente de Malvinas es inédito en el Paseo de los Ilustres del Cementerio El Salvador. Además es el único rosarino cuyos restos fueron inhumados en la ciudad.
En el marco del acto oficial, Cordiglia reveló cómo fue la primera charla que tuvieron. Gallo lo abrazó y le contó que iba a ser papá.
Después llegó la hora de separarse. El rosarino se subió al General Belgrano y el veterano abordó un barco dedicado para la asistencia médica. Cuando el crucero se hundió, tuvo que atender a su amigo herido, que finalmente falleció en el buque “Bahía Paraíso”.
Antes del deceso, Gallo le entregó a su amigo una foto suya. Quería que se la diera a su hijo, que por entonces tenía nueve meses. Finalmente, ambos se encontraron y Cordiglia pudo cumplir la promesa abrazo mediante.
