Germán Burgos sobre el sueño de Lionel Messi en Newell’s: “Va a terminar ahí”

Nadie duda de que Lionel Messi es hincha de Newell’s, pero muy pocos se animan a decir que el capitán de la Selección Nacional jugará con esa camiseta. Sin embargo, Germán Burgos pateó el tablero y este martes sentenció que el futbolista de París Saint-Germain (PSG) “va a terminar ahí” en el cierre de su carrera profesional.

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Dado que fue director técnico de la Lepra en 2021, el “Mono” cree que están dadas las condiciones para que la “Pulga” se ponga la camiseta rojinegra. “No tengo ninguna duda”, añadió ante la consulta durante una entrevista.

El exarquero de Atlético Madrid y River planteó que su convencimiento se refiere a los sentimientos de Leo. Al respecto, comentó: “Creo que él ama a Newell’s, ama Rosario y seguramente le va a dedicar a la gente algún partido o un campeonato”.

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El pálpito de Burgos no es el único que alimenta la ilusión en el Parque de la Independencia. Hace un mes, Nahuel Guzmán deslizó que la puerta está abierta, ya que Messi le responde con puntos suspensivos a la pregunta sobre la posibilidad de jugar en la Lepra.

Finalmente, el “Mono” aclaró que el momento de la llegada de la “Pulga” a Newell’s está atado a otra cuestión más importante para el futbolista de 35 años. “Lo va a definir si continúa en la Selección o no”, explicó ante la consulta de TyC Sports sobre cuándo puede darse ese sueño.

¿Cómo le fue a Lionel Messi en Newell’s?

Nacido en Rosario el 24 de junio de 1987, Lionel Messi jugó con la camiseta de Newell’s cuando era niño. Tras sus inicios en el Club Abanderado Grandoli, pasó al baby de la Lepra. Cuando tenía 8 años, los médicos diagnosticaron que tenía un déficit de la hormona del crecimiento.

Desde entonces, Leo requirió inyecciones diarias de somatotropina. Cuando estaba por alcanzar la edad de inicio en las divisiones inferiores, en la Lepra se negaron a financiar el tratamiento que se venía haciendo. Luego de una prueba en Buenos Aires, River ofreció pagarlo, pero el fallecido expresidente rojinegro Eduardo López se negó a darle el pase y finalmente apareció la chance de probar suerte en Barcelona, donde se convirtió en ídolo años más tarde.