Después de la lluvia una repentina crecida del arroyo Ludueña que hasta arrastró un chancho vivo

Se montó un operativo para intentar alcanzar al animal y evitar que fuera capturado por oportunistas.

El chancho apareció tras una abrupta crecida del causal del arroyo Ludueña. (Captura de pantalla)
El chancho apareció tras una abrupta crecida del causal del arroyo Ludueña. (Captura de pantalla)

El paisaje de un arroyo Ludueña con muy poco caudal al que muchos se habían acostumbrado en las últimas semanas cambió abruptamente este martes por la noche con una repentina crecida derivada de las fuertes lluvias en la región.

Pero la recuperación del nivel de las aguas generó trastornos. Por un lado embarcaciones que estaban literalmente en el barro fueron perjudicadas. Puntualmente cinco lanchas se hundieron y otra fue llevada por la corriente arroyo abajo.

Pero eso no fue todo, del entubado del curso de agua salió un cerdo vivo que se robó todas las miradas en horas del mediodía. La aparición se produjo luego que fuera rescatada una tortuga en pleno centro que también habría llegado al lugar gracias a las lluvias.

El chancho apareció tras una abrupta crecida del causal del arroyo Ludueña. (Captura de pantalla)
El chancho apareció tras una abrupta crecida del causal del arroyo Ludueña. (Captura de pantalla)

El cerdo apareció a la vista de los curiosos y de la prensa que justo estaba registrando la crecida y enumerando los daños en uno de los clubes náuticos ubicados en el lugar.

Lo cierto es que la inesperada llegada desató un operativo para intentar alcanzar al animal y llevarle a resguardo. Sobre todo evitar que fuera robado por oportunistas que estaban en el lugar y buscaban quedarse con el ejemplar de origen desconocido, quizás para faenarlo.

El chancho apareció tras una abrupta crecida del causal del arroyo Ludueña. (Captura de pantalla)
El chancho apareció tras una abrupta crecida del causal del arroyo Ludueña. (Captura de pantalla)

El episodio derivó en la intervención de personal policial y agentes del municipio para lograr inmovilizar al equino.

El arroyo cruza entubado gran parte de la zona norte de Rosario y metros antes de su desembocadura en el río Paraná el cauce vuelve a ser visible, a demás de servir de amarradero para ciento de embarcaciones de uso recreativo y deportivo que en el último tiempo no podían utilizarse a partir de la pronunciada bajante.