Con un incremento de algo más de medio punto porcentual respecto del mes previo, la actividad económica en Rosario cayó 4,3% en julio y ratificó la tendencia ininterrumpida desde hace casi un año. El resultado de la comparación interanual en el inicio del segundo semestre es el mejor en lo que va de un 2019 lúgubre para la ciudad.
De acuerdo al indicador mensual de facturación que elabora la Municipalidad, el sector de la construcción fue el más perjudicado y sufrió una baja de 14,6 por ciento, más del triple del total. Los comercios se ubicaron en el otro extremo de la lista con descenso de 1,9%, seguidos por los servicios privados (2,8) y la industria manufacturera (9,7).
El balance de los primeros siete meses del año según el informe del Centro de Información Económica (CIE) refleja una caída del 7% respecto de 2018. A diferencia de lo que ocurre a la hora de mirar los números del año anterior, el indicador desestacionalizado mostró otros dos cambios positivos en mayo y febrero, el mes más positivo de 2019 hasta la fecha.
La estadística del Ejecutivo local se dio a conocer horas antes de que el Indec anunciara un crecimiento de 8,1% de la pobreza en todo el país. La cifra corresponde al primer semestre y ubica al 34,5% de la población nacional con problemas educativos, laborales y alimentarios.
