Se descubrió una placa en Miramar al cumplirse 150 años de la Academia Nacional de Ciencias

El domingo 29 de diciembre, en el predio donde se construirá el Parque Termal de Miramar de Ansenuza, se llevó a cabo un acto en conmemoración a los 150 años de la Academia Nacional de Ciencias que desarrolló estudios científicos en distintos puntos del país, y principalmente en Miramar.

Fue bajo la presidencia de Domingo Sarmiento que se comenzaron los estudios sobre los recursos naturales del país, sancionándose el 11 de septiembre de 1869 la ley 322 que dio origen a la creación de la Academia Nacional de Ciencias al permitir la contratación de profesores extranjeros para la formación de alumnos de la Universidad Nacional de Córdoba.

La UNC modificó su plan de estudios dando mayor cabida a la ciencia y a las investigaciones de la naturaleza. La Laguna Mar Chiquita fue uno de los puntos elegidos y desde entonces se conocen las innumerables propiedades de sus aguas y fango.

En Miramar de Ansenuza de hizo una investigación especial a cargo de varios científicos alemanes, quienes analizaron la cartografía, la zoología local, y la línea volcánica que va desde Fiambalá hasta Entre Ríos, pasando por la localidad cordobesa, estudio que da pie al proyecto del Centro Comercial de la localidad para la creación de un Parque Termal.

Todas las investigaciones se encuentran en la Academia de Ciencias, pero al estar redactadas en alemán han permanecido en silencio durante todos estos años, a la espera de su traducción.

Este año la UNC hizo un homenaje a la Academia, y luego el 29 de diciembre, se hizo en Miramar de Ansenuza el descubrimiento de una placa por los 150 años de creación de la misma, sirviendo de base a la concreción del proyecto del Parque Termal.

Los científicos alemanes recordados en la placa alusiva fueron los doctores: Karl Herman Konrad Burmeister, Alfred Stelzner, Oscar Doering, Adolfo Doering, Ludwig Brackebusch, Guillermo Bondenbender y Luis Harperath.

La historia de la Academia Nacional de Ciencias fue relatada por la historiadora aeronáutica Carina Villafañe Batica y traducida al alemán por Gustavo Villafañe, como así también la importancia de las investigaciones llevadas a cabo por los científicos en la Laguna.