Se tiró al mar y tuvo un encuentro muy cariñoso con los lobos marinos de Puerto Madryn

Raúl es un hombre al que le encanta tener encuentros con los animales. Entre sus actividades como profesional en Puerto Madryn puede que se cruce con delfines y ballenas, extraer frutos de mar, como así también ser guía de una excursión.

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Si se trata de guiar en una excursión, Raúl lo hará en la Reserva Punta Loma, a 15 km de la ciudad de la costa de Chubut. Allí las personas se tiran a 50 metros aproximadamente para hacer snorkeling y los animales se meten al agua para disfrutar del contacto entre todos.

El encuentro de Raúl con los delfines y ballenas

Hace tres semanas, Raúl filmó una escena que generó mucha ternura: un encuentro con delfines y una ballena. El video fue compartido en sus redes sociales, en donde escribió que en el fondo es “muy bueno”. “Y bue… ¿qué más se puede pedir?”, concluyó.

El acercamiento entre los animales y el profesional fue durante una excursión de snorkeling en la Reserva Punta Loma, donde viven en forma permanente unos 500 lobos marinos.

Con respecto a su aventura con los animales marinos dijo que es un regalo que te da el mar. En diálogo con VOY explicó que “es su casa y uno está de paso por el agua. Ellos son los dueños del lugar. Y que los delfines y la ballena te dejen entrar un rato y encima que traten de tener conexión con uno, de curiosear quién sos y qué estás haciendo ahí, semejante animal”.

Raúl cree que son muy pocas las experiencias como éstas en el mundo. Incluso, “hay gente que viene y paga por ver a las ballenas desde arriba de una lancha. Esto que me pasó de verlas, de tenerlas ahí, es un privilegio por el trabajo que tengo. Estoy casi todos los días en el agua y es inevitable que uno se encuentre con animales, pero esto fue impresionante”, expresó.

Llegaron las primeras ballenas francas a la Península Valdés

Para el protagonista de la historia los animales tienen una percepción de que uno ama lo que hace y de la tranquilidad que transmite. Por eso, es recomendable “evitar los movimientos bruscos. Eso hace, creo, que los instructores tengamos buena interacción. También sucede con la gente, la clave es estar muy tranquilo en el agua para que se acerquen y te mimen. Es algo muy muy lindo”, concluyó.