Juego clandestino: los 5 Jefes de Policías quedaron en libertad

La decisión la tomó el camarista Matías Drivet. Primero fue para 4 de ellos y el quinto, pidió que se extienda la decisión a su persona. Todos tienen medidas alternativas.

Gorosito, Bengoechea, Perez y Forni, los policías sospechados de proteger al juego clandestino
Gorosito, Bengoechea, Perez y Forni, los policías sospechados de proteger al juego clandestino

Seis meses después de haber quedado detenido por primera vez, 5 Jefes de Policías involucrados en la causa de juego clandestino que se sigue en Rafaela quedaron en libertad.

De los 5 efectivos, hay cuatro retirados: Javier Gorosito de 52 años; Juan Pablo Bengochea de 48 años (hizo la mayor parte de su carrera como oficial en Rosario); José Jorge Pérez de 51 años (exsubjefe de la policía provincial); y Fabián Forni de 57 años. Por su parte, el integrante de la fuerza imputado y que está en actividad es Flavio Aranda de 39 años (estuvo en PDI Rafaela y fue jefe del Comando Radioeléctrico de Rafaela).

Perez, Forni y Bengoechea fueron Jefes de la URV. Gorosito, de la Agrupación de Unidades de Orden Público. Y Aranda, de la Agrupación Cuerpos. A los cinco hombres se les atribuyó la coautoría del delito de asociación ilícita en calidad de organizadores. Además, a los imputados Bengoechea, Forni y Aranda, se los investiga por ser partícipes necesarios del delito de organización, administración, operación y explotación de sistemas de captación de juegos de azar sin contar con la autorización pertinente emanada de la autoridad jurisdiccional competente. Los ilícitos fueron atribuidos en concurso real.

Según lo que pudo averiguar Vía Rafaela, la decisión fue revisada por el camarista Matías Drivet (quien fuera funcionario del Ministerio de Seguridad en la gestión de Raúl Lamberto) había alcanzado a 4 de los policías. El quinto, que no había pedido la revisión, al ver que en esta oportunidad sí le habían concedido medidas alternativas a la prisión preventiva, pidió que se le considere de igual forma, algo que le fue concedido.

José Jorge Pérez y Fabián Forni habían pedido la revisión de su prisión preventiva en abril, pero el juez Javier Bottero, decidió que se mantuviera.

Pagos de hasta 280.000 pesos

En la audiencia del 7 de noviembre, que duró cerca de 14 horas, el Fiscal Martín Castellano -que luego fue reemplazado por Guillermo Loyola, con la colaboración de Gabriela Lema- indicó que “Los cuatro policías retirados y el policía en actividad junto a otros dos civiles de sexo masculino que ya habían sido imputados anteriormente –David “El Gordo” Perona y Marcelo Uberti–, acordaron constituir y formar parte de una asociación de carácter delictivo de manera estable, con suficiente organización y roles definidos (aunque dinámicos)”.

El funcionario del MPA sostuvo que “la asociación ilícita estaba destinada al ejercicio regular y habitual de organización, administración y explotación de juegos de azar que no contaban con la debida autorización emitida por las autoridades competentes en la materia”.

“Los civiles investigados entregaban parte de las ganancias obtenidas de la actividad ilegal a los policías en los períodos en que cada uno de ellos formó parte de la asociación ilícita, conforme a un acuerdo existente para el reparto de las ganancias”, describió el fiscal.

El fiscal argumentó que “la entrega del dinero era a raíz de la protección policial que brindaban para que las actividades delictivas de la organización criminal sean factibles y desarrolladas con los menores contratiempos posibles”.

Castellano especificó que “el accionar ilícito de los imputados consistió en brindar información –incluso de investigaciones fiscales en curso– para que los civiles conserven a resguardo las ‘salas’ de juego”. También subrayó que “impartieron instrucciones para optimizar el rendimiento de la explotación ilegal; volcaron su influencia para obstruir o inhibir cualquier tipo de control, actuación o procedimiento policial y facilitaron las condiciones necesarias para que las ‘salas’ pudieran habilitarse, mantenerse en el tiempo o bien cerrarse temporalmente, incluyendo el suministro de información sobre investigaciones fiscales en curso”.

Castellano añadió que “los pagos eran de entre 120 y 280 mil pesos y se hacían de forma semanal, quincenal o mensual de acuerdo a la modalidad establecida por el jefe policial de turno”. También precisó que “algunas entregas de dinero se hicieron en el edificio de la Jefatura de Policía de Rafaela, pero otras las hacían personalmente los civiles imputados en la vía pública”. En tal sentido, refirió a los lugares en los que se concretaron y enumeró “la intersección de la avenida Mitre y calle José Ingenieros; inmediaciones de calle Primera Junta a la altura de una de las tribunales laterales del estadio del Club Atlético Rafaela; y la avenida Roque Sáenz Peña frente al monte de eucaliptus”.