Silvina Batakis, durante su gestión como ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires -cuando Daniel Scioli era el gobernador-, debió luchar con la administración del distrito más grande del país con fondos, en ocasiones, insuficientes. “Si volvimos para ser mejores, no podemos dejar sin fondos a la provincia de Buenos Aires”, fue una de sus categóricas frases en la intimidad, tras la asunción de Alberto Fernández.
Es justamente por esa línea que Batakis resulta una pieza clave para Cristina Kirchner: hoy la vicepresidenta necesita tener la garantía de que la provincia de Buenos Aires no tendrá problemas con los recursos, tal como viene ocurriendo. “Para administrar la provincia no te sobra nada, tenés que ser muy eficiente”, dijo también en alguna oportunidad la ministra.
Por otra parte, estuvo detrás de los cálculos que le quitaron la coparticipación a la Ciudad. En su cargo de secretaria de Provincias del Ministerio del Interior, llevó adelante el “informe Batakis”, de donde partió el recorte que llevó al mandatario porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a hacer un reclamo ante la Corte Suprema.
El entorno la señala con un enfoque “hiper federal”, lo que le permite tener un buen vínculo con los gobernadores que coinciden con ella en condicionar los fondos de la Ciudad. Sin embargo, durante la pandemia le asignó por primera vez a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Aportes del Tesoro Nacional (ATN), fondos no reembolsables que el Estado usa para asistir a las jurisdicciones.
Hasta ahora, estaba bajo la conducción de Wado de Pedro, quien la elogia, entre otras cosas, por ser “muy puntillosa con los números”. De Pedro la puso bajo su ala luego de que Scioli perdiera las elecciones presidenciales en 2015. Aunque ni siquiera puertas adentro criticó a Martín Guzmán, su línea se inclina mucho más hacia la heterodoxia que su antecesor: no cree que la salida para combatir a la inflación esté en el recorte del gasto público y eso la hace crecer en valoración ante Cristina Kirchner.
“Tiene la condición de no estar vetada ni por Cristina ni por Alberto. Eso era lo fundamental”, indicó un colaborador que siguió toda la trama de la salida de Guzmán. Asimismo, se espera que mantenga una mejor relación que la que tenía el ahora ex ministro con el titular del BCRA, Miguel Pesce, que siempre la tuvo muy bien conceptuada. Lo que se presenta como un misterio es cómo reaccionarán los mercados a su designación y a la crisis política que atraviesa el Gobierno.
Cuáles son los temas urgentes que deberá resolver Batakis
Con la salida de Guzmán quedaron inconclusas varias cuestiones que no pueden esperar y que la flamante ministra deberá atender. Por ejemplo: la definición del nuevo programa de Precios Cuidados, la habilitación del Registro de Acceso a los Subsidios (RASE) y el encuentro con el club de París.
- 1. Renovación de Precios Cuidados
El programa de Precios Cuidados tiene fecha de vencimiento el próximo jueves 7 de julio y la Secretaría de Comercio mantuvo contacto con las empresas de consumo masivo, al menos, hasta el viernes.
El pasado 24 de junio, Martín Guzmán se había reunido con representantes de empresas de consumo masivo para definir el nuevo listado que tendría 1357 productos menos de los que componen actualmente el programa. “La idea es que contemple menos productos, pero que se garantice su abastecimiento”, se dijo en su momento.
Tras la renuncia de este sábado, la planificación quedó en stand by. Hasta el viernes por la tarde, todavía restaba definir la cantidad de productos y el aumento que se aplicaría.
- 2. Negociación con el Club de París
El exministro tenía previsto viajar el miércoles a Francia para negociar con el Club de París una reestructuración del acuerdo firmado en 2014, por el que la Argentina debe US$2200 millones.
“La reestructuración de la Declaración Conjunta de 2014 se considera crítica a efectos de restablecer relaciones con las agencias de crédito para la exportación nucleadas en el club, lo que adquiere singular importancia en el escenario global actual en el que se potencian las oportunidades de desarrollo de inversiones en el sector energético que requieren de inversiones externas directas complementarias de la inversión local y financiamiento de escala, tales como en el caso del Gas Natural Licuado”, habían informado desde el Ministerio de Economía.
Ya a fines de mayo, el Gobierno había acordado con el Club de París diferir los pagos de deuda hasta el 30 de septiembre de 2024 o “hasta llegar a un nuevo acuerdo”, según el DNU 286.
El plan de Guzmán era comenzar a pagar recién en dos años la deuda y conseguir una baja considerable de la tasa de interés, entre 1,5% a 2% de máxima, que hasta el momento es del 9% anual.
El crédito debería haberse cancelado en mayo de 2020, pero declarada la pandemia y con la negociación con los acreedores privados, la Argentina avisó que iba a hacer uso de la extensión por un año más para abonar la última cuota por US$2400 millones.
En febrero, el país realizó el último pago por US$190 millones, como parte del acuerdo alcanzado a mediados del 2021, por el cual ya había realizado otro desembolso por US$226 millones en julio, ambos a cuenta de capital de la deuda total que Guzmán buscaba refinanciar.
- 3. Habilitación del RASE
Con segmentación de tarifas, el pasado miércoles, la Subsecretaría de Planeamiento Energético aprobó el modelo de declaración jurada digital que todos los usuarios de luz y gas completen en el Registro de Acceso a los Subsidios (RASE) para no perder la asistencia estatal en las tarifas de ambos servicios.
Sin embargo, aún se espera la habilitación del RASE para que los usuarios se registren y quien dirigía esa dependencia era Santiago López Osornio, un hombre de Guzmán cuya continuidad sigue en suspenso.
- 4. La tensión sobre el dólar y los mercados financieros
El dólar blue no dejó de subir durante la semana pasada. Al momento, la brecha entre la divisa informal y el mayorista se ubica por encima del 90% e impacta en las expectativas de devaluación del peso.
La atención de los mercados estará puesta ahora en Silvina Batakis. El dólar blue abrióeste lunes a $239, su máximo histórico nominal, mientras que los financieros operan cerca de $250. El feriado por el Día de la Independencia en Estados Unidos da un poco de tiempo para la reacción de los financieros al cambio.
Batakis deberá pilotear el nerviosismo que se apoderó en las últimas dos semanas no sólo con el dólar sino con el pago de los bonos de la deuda: los títulos reestructurados por el propio Guzmán en 2020 cayeron por debajo de 20 centavos de dólar, mientras los de la deuda en pesos terminaron la semana en verde, porque el Banco Central realiza compras para sostener los precios.
