Pura emoción y mucha alegría se vivió este jueves en el estadio Monumental, luego de la victoria de la selección nacional por 2-0 ante Panamá. Una de las figuras más ovacionadas, sin dudas, fue Lionel Scaloni, “orgullo pujatense”, título que ahora los ciudadanos de Pujato tendrán que compartir con todos los argentinos, porque el DT es también ahora “orgullo nacional”.
El entrenador de la Selección argentina tomó el micrófono y con entusiasmo comenzó a cantar -alentando a la tribuna a hacer lo mismo- para homenajear al equipo que se consagró campeón mundial en Qatar 2022 y ese día ganó 2-0 ante Panamá; si embargo se quebró por la emoción, cuando la hinchada comenzó a ovacionarlo con cantos contundentes y nombrando la Scaloneta.
Una vez que pudo hablar, y entre lágrimas, señaló a su padre que estaba en la tribuna y dijo: “El padre de la Scaloneta está allá arriba que me pudo venir a ver hoy y para mí es el regalo más grande del mundo”. Los padres de Scaloni están enfermos y han acompañado a la distancia a su hijo en sus distintas victorias, por eso ese día era muy especial.
Luego de agradecer a los jugadores señaló: “Es muy difícil ganar un Mundial, lo tenemos que disfrutar. Verlos a ustedes así es algo que no tiene precio. En mi vida pensé que iba a tener este reconocimiento. Ellos ahora se están dando cuenta de lo que han logrado. Esto es por ustedes y para ustedes. Chau”.
Lionel Scaloni se detuvo unos minutos con Esteban Bullrich, ex exministro de Educación y reconocido por tantos argentinos, no solo por su enfernedad, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), sino por ser una persona coherente, gran figura política, ejemplo de templanza y fortaleza.
Bullrich describió la personalidad de Scaloni en un breve pero contundente posteo: “Anoche tuve el enorme placer de conocer a Lionel Scaloni, qué ejemplo!! Cada declaración o aparición pública es una cátedra de humildad, sencillez y trabajo en equipo. Y es campeón del mundo, es decir, es exitoso. Cuánto puede aprender de él nuestra dirigencia política atiborrada de prepotencia, hipocresía y declaraciones exuberantes. Gracias Sr. Scaloni por las enormes alegrías, pero sobre todo por las lecciones de hombre de bien que nos brinda regularmente”.
