Wenceslao Mansilla: "No todo es tragedia en estos tiempos"

El boxeador paranaense nos acerca una nueva columna semanal para Vía Paraná donde nos invita a reflexionar sobre el lado positivo de la cuarentena, aquellos momentos personales que logramos construir y los vínculos que recuperamos.

Wenceslao Mansilla
Wenceslao Mansilla

Puede resultar muy difícil encontrar algo positivo en todo lo que respecta a la pandemia y la cuarentena; pero basándonos en el positivismo y buscarlo hasta en los peores momentos, podemos decir que no todo es tragedia en estos tiempos. Los medios de comunicación hacen un trabajo importante informando y muchas veces, desde mi punto de vista, quizás hasta redundando y exagerando la información, a veces saber demasiado nos puede jugar en contra.

Encontrar algo positivo en todo esto, ¿nos ayudaría a sobrellevar el mal trago del presente? Quizás algunas personas tuvieron la suerte de hacerlo, y creo realmente que es así. Mi amigo Gonchi, por ejemplo, contaba con la felicidad reflejada en sus ojos, por ver como su pequeño niño Ramirito, transitaba esta cuarentena, momentos compartidos en familia y por que no también charlas de hombre a hombre entre ellos, planteos y deducciones de un pequeño hombrecito de 9 años, con todo lo gracioso que puede ser esto para nosotros los adultos, a veces hasta emocionante pero sin lugar a dudas, pequeños momentos de satisfacción paternal, donde solo predomina el amor.

La cotidianeidad, el trabajo, los horarios y el estrés a veces no nos dejan percibir algunas cosas y muchas veces también nos dejan fuera de la sensación divina de disfrutar momentos en familia, con lo cruel que es la cronología de no poder volver el tiempo atrás, en mi caso personal, en el silencio de la noche del primer mes de cuarentena, pude concluir con la lectura de un primer libro que se hizo esperar 34 años y que me dejo una sensación de satisfacción intelectual que no había experimentado jamás.

Ojalá esto pueda ser el comienzo de una sana y grata costumbre, pero si no es así, diré que la cuarentena me llevo a leer mi primer libro: Cuentos para pensar de Jorge Bucay.