Por qué cada vez más mujeres mendocinas eligen al kickboxing como defensa personal

La inseguridad obliga a aprender a pegar. En Huargos ya son casi 40 mujeres peleadoras que se entrenan de manera semiprofesional, amateur y de forma recreativa.

14 de noviembre de 2022,

13:40

En el gimnasio Huargos encontramos el grupo más numeroso de mujeres peleadoras en Mendoza. Todas comenzaron kickboxing para aprender a pegar y terminaron compitiendo en certámenes oficiales. Otras ven a este deporte de combate como una descarga, terapia o método efectivo de entrenamiento.

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Mujeres mendocinas de entre 15 a 35 años eligen deportes de contacto para poderse defender ante tanta inseguridad y violencia de género existente en la sociedad de hoy. Ante robos o amenaza física se ven obligadas a aprender a pelear y cada vez más eligen al kickboxing como modo de defensa personal.

Huargos, el team femenino de kickboxing más numeroso de Mendoza

Vía Mendoza descubrió que en el gimnasio Huargos se encuentra el mayor número de féminas que practican este deporte como entrenamiento recreativo o competitivo, pero en la mayoría de los casos lo ven como un método de poder salir a la calle sabiendo que pueden sentirse protegidas ante cualquier peligro.

En Europa y en algunos países latinoamericanos como México o Brasil, el kickboxing es un deporte muy considerado entre las mujeres, y actualmente, Mendoza no es la excepción. De hecho, en Huargos, en diálogo con la luchadora semiprofesional y entrenadora –de las pocas en competencia en la provincia- Victoria Fabrizi, explicó que se ha deconstruido la idea de que al kickboxing se animan solo los varones y que la mujer ha sido bien recibida, dejando de lado el machismo viendo la importancia que es saber defenderse en la actualidad.

“Ha sido un trabajo muy duro construir un espacio igualitario en estos ambientes tan masculinizados y lo hemos logrado a base de esfuerzo, promoviendo la fortaleza femenina y la sororidad que he transmitido desde el comienzo”, confió Fabrizi.

Y agregó: “Somos compañeras y acá crecemos todas juntas, derribando estereotipos y respetándonos entre todas”.

Las mujeres se ponen los guantes sin machismo

Fabrizi tiene experiencia en la práctica en distintos gimnasios por los que incursionó en una gira personal por distintos países de Europa, Adia y Oceanía. Esa experiencia le valió para poder ofrecer sus conocimientos a las demás chicas que de a poco se fueron acercando a la actividad.

“En 2019 comencé en Huargos siendo la primera mujer en competencia. La pandemia me estancó en la provincia sin poder viajar y comencé a hacer muchas rutinas en casa. Eso fue bien visto por mis compañeros y comencé a dar clases de distintas rutinas de entrenamientos de modo remota. Luego me ofrecieron armar el grupo femenino y arranqué con este desafío a principio del 2021″, contó.

Armar el team femenino “fue un buen primer paso para poder luego captar a todas esas chicas que daban vuelta por ahí, sin animarse a practicar el kick boxing, por pensar que era un ambiente machista. Pero cuando tomaron la decisión se dieron cuenta que no era así. Al contrario, comenzaron a ver la aceptación y el buen recibimiento de los equipos de varones en el gimnasio”.

El kick boxing como una respuesta saludable

“Hay muchas chicas que me dicen que solo quieren entrenar y otras que por problemas de salud vieron en este deporte su solución. En principio arrancan con mujeres porque les da vergüenza entrenar con varones pero después se animan y se incorporan a los otros grupos. Las mujeres de apoco se van sumando, el grupo va creciendo y hoy es el equipo más numeroso de Mendoza. Después se entusiasman y se mezclan con otros, lo cual está buenísimo porque es un deporte inclusivo, sin discriminación. Esa es nuestra bandera”, sostuvo Fabrizi.

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“Particularmente estoy muy feliz porque en principio era yo sola y ahora somos casi 40 chicas en Huargos, de las cuales 3 ya compiten y 7 en progreso de competencia, lo cual nos llena de orgullo”, concluyó la entrenadora.