Policías acudieron a un llamado de emergencia y terminaron haciendo de parteros

Los efectivos llamaron a una ambulancia pero el bebé se adelantó y asistieron a la madre en el parto.

Policías parteros en Mendoza
Policías parteros en Mendoza

A través de las redes sociales se conoció la historia de dos policías mendocinos que acudieron a un llamado de emergencia y se convirtieron en parteros.

El curioso hecho ocurrió en Godoy Cruz el fin de semana. Al encontrarse con la mujer a punto de dar a luz, los efectivos llamaron a la ambulancia para trasladarla a un hospital, pero como el bebé no quiso esperar se pusieron manos a la obra y ambos asistieron a la madre durante el parto.

La historia que se conoció por Mendocinos en alerta. En la madrugada del sábado dos efectivos de la Comisaría 50 de Godoy Cruz respondieron a un llamado de emergencia en el que informaban sobre la entrada en trabajo de parto de una vecina en el barrio Jardín Sarmiento.

Inmediatamente se desplazaron hacia la zona la auxiliar Jésica Merlo (28) y el ayudante Rodrigo Fernández (25). "Muchas veces entran llamados falsos, por eso tenemos que ir nosotros primero para chequear que sea cierto", explicó Jésica a Los Andes.

El agradecimiento a los policías Jésica Merlo y Rodrigo Fernández.
El agradecimiento a los policías Jésica Merlo y Rodrigo Fernández.

Al llegar los uniformados se encontraron con la madare a punto de dr a luz y solicitaron la ambulancia, sin embargo el pequeño decidió adelantarse y entonces Jésica y Rodrigo tuvieron que improvisar como parteros y tras un par de segundos recibieron en este mundo a Tomás Elías.

A su vez contó que toda la situación solo duró un par de minutos, que a ellos les pareció "extremadamente larga". Además confesó que tanto los padres como ella y su compañero estaban un poco nerviosos.

Sin embargo, unos instantes después arribaron los profesionales de la salud que se hicieron cargo de la situación.

Ambos policías tienen ganas de visitar a la familia una vez que les den el alta y regresen a su casa, aunque las restricciones por la pandemia por ahora impongan un freno a las ganas de volver a saludar al recién nacido.