La Rioja superó los 5 mil casos confirmados de Dengue

Solamente una diferencia de menos de mil contagios la separan del total actual de la Ciudad de Buenos Aires.

dengue
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En La Rioja, la emergencia sanitaria no comenzó con la pandemia que hoy tiene en vilo al mundo entero. Ante el aislamiento, la incertidumbre, el desconocimiento y el miedo a un virus que no podemos ver, ni escuchar, ni sentir, pero sabemos que está; muchos riojanos han ido resignando su frustración en la lucha contra una endemia que azota a la provincia desde hace mucho tiempo: el mosquito del Dengue.

Durante el fin de semana, mediante las cuentas oficiales en redes sociales, el Gobierno ha confirmado 584 nuevos contagios. Hoy, La Rioja tiene confirmados 5.003 casos, 100 test esperan sus resultados y sólo se descartaron 355 muestras en toda la provincia. En exactamente un mes, la cifra total de positivos aumentó en 2.659 casos. Tal como se presenta el panorama actual, estamos perdiendo esta batalla.

Datos Actualizados - Dengue - VíaLaRioja
Datos Actualizados - Dengue - VíaLaRioja

La Ciudad de Buenos Aires, gran capital cosmopolita de Argentina, ostenta aproximadamente más 2.9 millones de habitantes. Con casi 2.5 millones de personas más que La Rioja, la diferencia de casos de Dengue es menor a los mil contagios. Tanto el Ministerio de Salud porteño como el riojano han reconocido que, en este año, se han superado ampliamente los picos y el número de notificaciones con respecto a la temporada 2019.

Desde el comienzo de la emergencia sanitaria, el Gobierno Provincial ha lanzado una campaña de concientización sobre la prevención del mosquito del Dengue, a la que acompañan con estrictos operativos de fumigación, limpieza, desmalezamiento y descacharreo, tanto en espacios públicos como privados. Incluso, se investigan posibles focos de infección empleando drones.

Pero, si el trabajo es tan completo, ¿por qué los riojanos no vemos resultados?

¿por qué seguimos contagiándonos a pesar de tener todos los recaudos? La realidad es que

no queremos ni pensar en el gasto diario de repelente y espirales

, lo entendemos como esencial y muchas veces nos sometemos a los sobreprecios, que se dictan desde ese lugar tan opuesto a la empatía y la solidaridad. Pero,

¿hasta cuándo?

Tal vez, encontremos la respuesta en la prevención.

Tal vez, los responsables de protegernos entenderán que tomar acciones a tiempo es fundamental, que no sirve de nada sólo actuar cuando la endemia nos abraza tan fuerte que casi no podemos respirar

. Y,

tal vez, el próximo año no tengamos que soportar el imposible dolor que conlleva el contagio, ni lamentar más muertes

.