Avanza la investigación por llamado intimidatorio en la UNLaR

El sistema telefónico de la Casa de Altos Estudios detectó el llamado que advirtió sobre una amenaza de bomba. La Justicia Federal ya cuenta con dicha información y procederá a determinar el propietario de la línea.

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Tras la amenaza de bomba en la Universidad Nacional de La Rioja, durante la tarde del pasado lunes, la Casa de Altos Estudios realizó una denuncia a la Justicia Federal, y esta se encuentra investigando.

En esta línea, el secretario Legal y Técnico de la UNLaR, Gabriel García Cruz, en diálogo con Radio UNLaR 90.9, explicó: “Radicamos la denuncia a última hora de ayer (por el lunes). Gracias al sistema telefónico de la UNLaR, se puede detectar la llamada entrante y la franja horaria en que se llamó. Esto facilita aún más las tareas de investigación, y la policía federal ya se comunicó con la empresa Telecom, la cual, a través del oficio judicial, brindará el nombre del titular de esa línea”. Asimismo, estimó que a partir de la semana que viene, se tomarán las medidas pertinentes.

En cuanto a las sanciones previstas, el Secretario aclaró: “una vez que se conozca la identidad de la persona, es resorte del juez federal tomar una medida”. Sin embargo, subrayó: “si el autor determinado judicialmente pertenece a la comunidad universitaria, la UNLaR aplicará la más grave de las sanciones, acorde a esta falta de disciplina gravísima”.

García Cruz manifestó que este acontecimiento sirve para “desalentar a quienes pretendan hacer esto de manera reiterada, porque serán identificados, incluso si llaman de una cabina telefónica. “De acuerdo al horario exacto, y las cámaras del local, a través de la justicia, se puede identificar quién llamó y tomar las medidas oportunas”, especificó.

Finalmente, el Secretario dijo que es la primera vez que él presencia un evento como este, y que se evalúa la hipótesis de que el móvil sea la semana de exámenes.

“Las circunstancias se van a aclarar judicialmente”, concluyó. Recordamos que luego de aplicarse el correspondiente protocolo, y corroborar que se trataba de una falsa amenaza, se restablecieron las actividades; continuando las mesas de exámenes y las actividades administrativas en forma normal.