El miércoles 1° de junio, La Plata registró un nuevo hecho de inseguridad, pero esta vez con un final distinto. Una mujer fue víctima de un robo en plena calle, pero cuando un repartidor de Rappi vio la situación, decidió ayudarla y ella recuperó su celular.
En diálogo con 0221.com, Sandra recordó lo sucedido en la esquina de la 19 y la 38: “Íbamos con mi hija más chica y yo iba con el teléfono en la mano. Fue de un momento a otro que pasó un ladrón en bicicleta y me lo arrebató casi sin poder ponerle resistencia”.
En estado de shock decidió correr hasta una verdulería cercana. Allí contó lo sucedido, pero antes de terminar su relato, un repartidor de Rappi salió a perseguir al delincuente.
“Fue una secuencia rara. El repartidor fue y vino un par de veces y me dijo que lo había alcanzado al ladrón, pero que lo había amenazado, por eso había preferido alejarse. Sin embargo, me contó que había tirado la bicicleta a unas pocas cuadras, para luego huir caminando”, detalló la platense.
Acto seguido fue a la Policía y efectuó la denuncia. Una vez finalizado el trámite, volvió a su casa, le avisó a su hijo mayor lo que le pasó y activaron la geolocalización del celular, viendo que el mismo figuraba cerca de la vivienda.
Decidieron llamar a su número varias veces. Vecinos de la zona de la 20 y la 37 pudieron ver el aparato abandonado en un jardín y respondieron a los llamados, avisándole a Sandra que el teléfono estaba en buenas manos. Cabe destacar que lo había comprado hacía dos meses y todavía lo estaba pagando en cuotas.
“Yo no lo podía creer, y hasta en un momento empecé a sospechar”, confesó la mujer. Quedaron a una cuadra de su casa y las personas que hallaron el teléfono se lo devolvieron. En este sentido, agradeció la rápida reacción de toda la gente que fue testigo del robo y especialmente al empleado de Rappi.
Por ello, desde sus redes sociales difundió lo sucedido y solicitó que la ayuden a encontrarlo: “Quiero encontrar al repartidor y recompensarlo de alguna manera. Como sea. Se merece un reconocimiento por la actitud tan valorable que tuvo y la predisposición a ayudarme que mostró desde segundos después de que me habían robado”.
