Ya se registran 15 muertos por el temporal

Debido al temporal que azotó a la Argentina en las últimas horas, la cifra de muertos ascendió a 15. Los últimos registros indican que dos personas murieron en la Ciudad de Buenos Aires.

Durante la noche se registraron intensas lluvias -alternadas con granizadas- acompañadas de intensas ráfagas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora.

Se trata -informó TN- de una mujer golpeada por la rama de un árbol rota por la fuerza del viento y de un hombre que cayó en un pozo dentro de una obra.

Los destrozos que generó la tormenta

Caída de árboles, calles inundadas, voladuras de techos e incluso el destrozo de un escenario fueron algunas de las consecuencias que generó el fuerte temporal de viento y tormenta en la Ciudad de Buenos Aires.

En el barrio porteño de Palermo, al menos 13 personas resultaron heridas al derrumbarse una estructura durante un evento en el Hipódromo y otras tres terminaron con lesiones leves en la fiesta Bresh del club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA).

Luego de las fuertes ráfagas de viento que superaron los 100 km/h, se registraron cortes masivos de luz en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con el objetivo de prevenir incidentes mayores en las viviendas.

Bahía Blanca, la ciudad más afectada por el temporal

Sin embargo, el mayor impacto ocurrió en Bahía Blanca, donde la caída del techo de un polideportivo causó 13 muertos y varios heridos graves.

El servicio meteorológico mantiene la alerta naranja. El fuerte temporal causó grandes daños en gran parte de la ciudad y sus alrededores, entre ellos en el aeropuerto internacional Ministro Pistarini, en la localidad de Ezeiza, donde provocó roturas de techos, paredes y averías de distinta consideración en unos 16 aviones de Aerolíneas Argentinas.

Según las autoridades aeroportuarias, cerca de 100 vuelos tuvieron que ser cancelados para su partida y otros 32 para los arribos.

La misma situación de los vuelos sufrió el Aeroparque donde varios aviones tuvieron que ser desviados, algunos de ellos provenían de Bogotá, Colombia, y otros de Florianópolis, Brasil.

La violencia del temporal dejó sobre la pista restos de diferentes elementos, como ramas de distintos tamaños que fueron arrastrados por la fuerza del viento.